Por Leonel Iparraguirre González
Aquel 24 de mayo de 2018 sigue siendo inolvidable para la educadora Nérida Felipa Viart Vega.Su modestia y sencillez no le habían hecho imaginar que por sus esfuerzos ilimitados y su entrega a una profesión tan singular como la de educadora por más de 50 años entonces, podía ser reconocida como Hija Ilustre de Morón.
Y aquella sorpresa la recibió al ser invitada a una sesión extraordinaria de la Asamblea Municipal, por un aniversario más de la mercedación del hato de Morón.
Cuenta que su nombre se escuchó en el plenario: Nérida Felipa Viart Vega, seguida por su historia de vida.
Se concentró en todo aquel amplio relato de su trayectoria como docente, desde que comenzó en 1962 como maestra de una escuelita primaria en la Colonia Sosa, allá en el municipio Primero de Enero; después su estancia co.o maestra en Las Cuevas y hasta en el centro Genaro Ortega de Falla.
Y así fueron detallando du vida como educadora, cuando en 1966 pasó como profesora de Biología en la Secundaria Miguel Calvo Antolín de Enrique Varona; y luego cuando fue ubicada en Morón en la Secundaria Básica Salvador Cisneros.
Licenciada como Profesora de Biología, Nérida Felipa Viart estuvo la mayor parte de su vida laboral impartiendo docencia en la Secundaria Roberto Rodríguez, de la ciudad de Morón, hasta su jubilación en 1995, pero se incorporó inmediatamente.
“Educación ha sido algo muy importante para mí: ha sido mi desarrollo socio cultural, mi pasión, mi desvelo”, asegura esta educadora Hija Ilustre de Morón, merecedora también de otros importantes lauros como ser declarada Joya de la Pedagogía Avileña.