Por Leonel Iparraguirre González
Si una buena característica tiene la comunidad Peñaranda, al noreste de la ciudad de Morón, es que todos los vecinos se conocen. Basta preguntar por Kirenia Redondo, la delegada, para obtener la dirección exacta de su vivienda.
Allí, en la última calle la localizamos, Una mujer que además de ser la delegada de la circunscripción 49, lleva 43 años residiendo en ese lugar y se conoce todos los detalles del vecindario.
Es una comunidad, habitada por familias trabajadoras de diversos sectores, cuenta Kirenia.
“Algunos son maestros, otros trabajadores del sector del turismo, de la Salud, de la Industria Alimentaria , de Cultura muchos trabajadores por cuenta propia”, precisa la delegada.
Y cómo es la comunidad Peñaranda? preguntamos.
La respuesta fue precisa: En compañía de Kirenia iniciamos un recorrido por toda la comunidad, donde apreciamos muchas viviendas confortables, pero otras necesitadas de la asignación de recursos para mejorarlas constructivamente.
Una compañera de avanzada edad, María Elena Nodal, quien laboró 33 años en la Empresa de Recuperación de Materias Primas, actualmente jubilada por enfermedad, considera que en Peñaranda las personas son emprendedoras, pero que existen problemas que dependen de medios y recursos que no están a su alcance.
Pone como ejemplo la calle Hermanas Giralt de esa comunidad, donde existe un desbordamiento de aguas albañales que permanece por varios años, sin una cercana posible solución.
Otros vecinos opinan que la Cultura, ni el deporte, ofrecen actividades de esparcimiento para la niñez y la juventud y recuerdan que en una ocasión hace más de un año estuvo el circo infantil, pero solo eso.
La comunidad Peñaranda cuenta con la bodega La Cueva, la carnicería La Riñonada, una placita y el consultorio del Médico de la Familia.
Varias familias coinciden en dos problemáticas: una es la recogida de los desechos sólidos que se logra por gestiones propias de la circunscripción, mediante el esfuerzo de una persona que con una carretilla recoge toda la basura.
El otro problema consiste en que no se cuenta con agua potable, por lo que los vecinos han tenido que construir pozos criollos para el consumo de agua en las viviendas.
No obstante, Peñaranda es una comunidad noble, de gente sencilla y consagrada. “Tenemos muchos problemas por resolver”, pero aquí vivimos felices, dispuestos a saltar dificultades.