Por Leonel Iparraguirre González
Segundo Morales Hernández siempre ha soñado con la aviación. En su vivienda cuenta con amplia bibliografía debidamente conservada,, que cada cierto tiempo repasa, por ser un tema que lo cautiva, a pesar de su avanzada edad.
Sin embargo, a pesar de muchos contratiempos durante su etapa estudiantil que le imposibilitaron ser arquitecto y en otro intento tampoco Ingeniero Civil, su desempeño laboral fue durante más de 40 años como Jefe de Equipo de importantes obras en el territorio.
Segundo, cuenta que recibió varios cursos de capacitación, Dos sobre Calidad, otros sobre Perfeccionamiento Empresarial en el Ministerio de la Construcción.
Comienza entonces a enumerar obras importantes en las cuales ha sido Jefe de Equipo, siempre con la aclaración de que la obra la ejecutan los hombres, y que en ellas ha sido simplemente Jefe Principal.
Se levanta de la silla en que estaba sentado, y comienza a contar obras, pero los dedos de sus manos no le alcanzar. Empezamos entonces las anotaciones: Hospital Morón; Politécnico de la Salud; Facultad de Ciencias Médicas; Hotel Morón, Hospital del municipio de Bolivia y el Politécnico del Central Venezuela.
Trata de memorizar para saber si ha quedado sin mencionar alguna obra en la que ha sido Jefe de Equipo. Enumera entonces, el Centro de Cálculo de Ciego de Ávila; la Escuela conocida como Los Camilitos, la Sala de Cuidados Intensivos del Hospital avileño y el politécnico de Saladrígas.
Segundo Morales fue a principios del triunfo de la Revolución Jefe de Control y Programación de Obras de la antigua región Morón, y Jefe de Viviendas de los seis municipios de la vertiente norte avileña.
Por todos sus esfuerzos y entrega, fue en tres ocasiones Vanguardia Nacional, merecedor de viajes de estímulos, de medallas y distinciones.
Segundo ya jubilado desde hace 18 años , se mantiene todo el tiempo en su casa, práctica ejercicios físicos y en su mesa de trabajo realiza dibujos técnicos sobre decanas construcciones de Morón
Y es que para Segundo Morales, la ciudad de Morón es todo. En su teléfono móvil conserva imágenes antiguas de la ciudad, coches y muchas cosas del Morón de ayer.
En la despedida reitera una expresión: “pude ser piloto de aviación, pero por la oposición de mis padres no fue posible”