Por Leonel Iparraguirre González

Unos tres kilómetros a la salida de Morón por la línea del ferrocarril, rumbo a Ciego de Avila, el tren se detiene en un pequeño paradero. Ha llegado a la comunidad de Tuero, sede de la circunscripción número 35, perteneciente al Consejo Popular El Vaquerito.

Qué gentileza, qué cortesía se palpa en cada persona contactada para narrar la vida de esa comunidad. No tuvimos la oportunidad de conversar frente a frente con Bernardo Herrera González, el delegado de esa comunidad, trabajador de mantenimiento en el Destino Turístico Jardines del Rey.

Más, Amalia Reyes, fue bondadosa al expresar que esa comunidad tiene lo que tenía que tener: escuela, bodega, un mercado agropecuario, un comedor obrero, una unidad gastronómica y un Consultorio del Médico de la Familia.

“El vecindario es unido, casi todos nos conocemos, conversamos, nos preocupamos por la salud de todos y cualquier situación en la comunidad la sentimos como nuestra”, manifestó una joven que salía de la bodega cuando la interrogamos.

Elia García, la directora de la escuelita Ángel Gutiérrez esperaba la visita de los padrinos que estaban a punto de llegar para dar una limpieza general a las áreas exteriores del centro y regresar el cuatro de Abril con una caldosa gigante en saludo al aniversario de la UJC.

Recorrimos entonces varias calles, hasta llegar a la vivienda de Yanisleidi Morales, la coordinadora de esa zona de los CDR, quien manifiesta que las familias cooperan, pese a que muchos son trabajadores agrícolas, otros campesinos y algunos, incluso mujeres, laboran en instalaciones hoteleras en Cayo Coco.

Nos retiramos de esa comunidad con la satisfacción de haber compartido gratos momentos con familias que le ponen el corazón a lo que hacen.

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