Por Leonel Iparraguirre González
Marcos Civil Senset es sincero al decir que nunca pensó ser educador, pues su inclinación vocacional siempre fue, desde muy pequeño, lo relacionado con la agricultura. Había nacido y criado en una zona agrícola llamada Jarocuna, algo distante del central Cunagua.
Y así fue. Aquel muchachito solo tenía en su memoria un tractor y equipos agrícolas, y con esos deseos, al terminar octavo grado, logró matricular en el Instituto Tecnológico de Holguín en la especialidad de Mecanización.
Qué suerte la mía!, comentaba entre sus compañeros de estudios. No tardó mucho tiempo en que Sivil obtuviera una beca para la antigua Unión Soviética, donde se especializa como Técnico Medio en Mecanización y Profesor de la Enseñanza Técnico Profesional .
Al concluir en 1979 y de regreso a la patria, comienza como profesor en el Politécnico Agropecuario Reinaldo León Llera, en el municipio de Morón.
A partir de su concepto de que un educador debe preocuparse por perfeccionar su profesión, ingresó en el Instituto Superior Agrícola de Ciego de Ávila, de donde egresa como Ingeniero en Mecanización de la Producción Agropecuaria.
Por sus aportes y resultados integrales en la enseñanza, es merecedor del Premio Especial del Ministerio de Educación.
Durante varios cursos laboró en el Politécnico Frank País, de Morón, impartiendo conocimientos en la especialidad de Construcción.
“Ser educador ha sido mi gran satisfacción, y particularmente en un Centro Politécnico donde se vinculan los estudiantes a los distintos frentes de trabajo”. alega Sivil.
Recientemente por problemas de salud se acogió al principio de jubilación, pero desde su vivienda en el reparto La Palma, no deja de pensar en su fructífera trayectoria como educador, uno de los mejores regalos que ha tenido en su vida.
Con una permanente sonrisa, cortesía y amabilidad, Marcos Civil, muestra su satisfacción de haber contribuido con la educación de los demás.