Por Arquímedes Romo Përez

En los primeros días del mes de Octubre del año 1958, cuando los combatientes revolucionarios bajan de la Sierra y se extienden por la provincia de Las Villas, acompaño a “Cuco”Pérez, administrador del nuevo Estadio de Morón en un viaje a La Habana; según dice es portador de documentos que avalan a los jóvenes captados en la Academia de los Cubans, para la temporada invernal.

All mismo tiempo pretendía atender un grupo de gestiones necesarias para el cumplimiento de un proyecto de la entidad “Operadora Deportiva Morón S.A.” del cual no se habla ni se conoce: Un campo de entrenamiento internacional!

A lo largo del recorrido por la vertiente Norte del centro de la Isla, explica que es un idea permanente de Boby Maduro, mantener un grupo de peloteros en desarrollo, pero utilizar también la moderna instalación como centro de entrenamiento o recreación para otras organizaciones de las Grandes Ligas, que vengan a Cuba en el verano, más para disfrutar del caliente Sol que para una preparación física. Agrega que, según expresa Boby, Morón tiene todas las condiciones para la recreación y el disfrute, por lo que, sin pérdida de tiempo, se ultiman las condiciones imprescindibles para materializar la idea.

Agrega que ya, en ese momento, se construyen las bases de lo que es el Almacén de servicio a la instalación en el final de la calle Luz Caballero, límite sur de la cerca perimetral del Estadio; que se hacen gestiones muy serias para la obtención de una parcela situada en la calle Castillo, lugar conocido como “vivienda de las monjas”, donde radique la Casa de Visita, con capacidad de alojamiento superior al medio centenar de personas, que permita el alojamiento de visitantes o matriculados y la ampliación de la Cafetería aledaña, elevándola a la categoría de Restaurante, con servicio adecuado y dirigido especialmente a clientes extranjeros.

Entre las facilidades necesarias aún carentes en la instalación deportiva, necesarias e imprescindibles para el cumplimiento adecuado del proyecto, está la terminación del gimnasio integral y la sala de Levantamiento de Pesas, el cambio de muebles en el albergue interno del estadio, adecuándolo a las pensadas exigencias; también se pi habla de la construcción de una pista con medidas oficiales internacionales como trabajo complementario de la preparación, junto al adecuado mantenimiento de la cancha de Basket y, la posibilidad más tarde, de la construcción de una piscina olímpica, próxima al jardín izquierdo, con descargue para el arroyo El Roble.

Inicialmente se piensa mejorar las condiciones del balneario “El Indio” en la Laguna de la Leche y utilizar el canal para trabajar con remos. El funcionario que hace el viaje por una vía controlada por los combatientes revolucionarios apoyado por un salvoconducto de confianza, considera que con los cambios que se esperan en el país, el cumplimiento del plan será más factible.

Del resultado de las conversaciones informales del accidentado viaje nada más se conoce; tras el triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959 y la eliminación del profesionalismo en la pelota cubana, mas el rápido enfrentamiento al gigante poderoso del Norte, se paralizan las acciones; Maduro se aleja paulatinamente del estadio que para él representa un negocio que nace, disminuye la actividad deportiva de la entidad, nace el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER), se modifica totalmente la actividad deportiva de la nación y en Morón, se desconoce el proyecto que muchos años más tarde el Diputado Doctor Gilberto Andrés Miranda Rodríguez, traslada personalmente, a la manera de conversación, al entonces Presidente del INDER, sin obtener respuesta.

Cuando esto ocurre ya se trabaja en la ligera reparación de la antigua cárcel de la calle Antonio Maceo, donde el entrenador “Mochuelo” Escalada, prepara su bisoña escuadra de boxeadores locales, la que desde su instalación hace presentaciones en las noches de los viernes en la cartelera de actividades de la joven instalación beisbolera. Aunque el boxeo no es una actividad deportiva favorecida por Boby Maduro, es una magnifica opción para mantener activa su moderna instalación, además de ser un espectáculo poco costoso, sustentado por atletas aficionados locales, muy popular y seguido por la afición.

Con muy pocos meses de trabajo el boxeo se perfila como un negocio sustentable en la ciudad, más cuando surgen atletas con verdaderas posibilidades por sus evidentes facultades. Los amantes del viril deporte hablan en las peñas locales de peleadores como:”El Tigre” López, “La Sombra” Gómez, “El Guajiro” Rodríguez, Erasmo Hernández, el estilista “Guachichi”, “El Billetero” Rodríguez, Humberto Ortiz, Jesús Veloso y otros que, convertidos rápidamente en atracciones, desbordan la amplia gradería del estadio cada viernes.

Este caldo de cultivo también favorece la intensificación del trabajo en la ciudad y los barrios para abrir las puertas del moderno estadio a los atletas y equipos de la comarca, que ansían jugar y presentarse en un espectáculo nocturno, lo que permite la organización de novenas respaldadas por los amantes del béisbol, los mismos que nueve años antes logran la hazaña de participar en una Liga Campesina única del país, o en la recordada Liga Azucarera. Se abren las puertas ahora para los equipos de los distintos centrales y barrios de la nueva Región, medida que permite mantener el espectáculo desde el punto de vista económico y poner las bases que sustentan, más tarde, la masificación del béisbol con la llegada de la Revolución.

En estos tiempos Morón vive una verdadera fiebre de pelota. El “olímpico” es el mejor lugar de recreación de la ciudad, el punto de encuentro de la juventud, el escenario ideal para cualquier tipo de actividad. No solo el béisbol es atracción en la joven instalación cuando triunfa la Revolución y la “Operadora Deportiva S.A.” cesa sus funciones para dar paso al INDER, al Consejo Voluntario Deportivo, a las distintas comisiones de trabajo que conforman las nacientes estructuras. No se pierde el tiempo en ningún momento y, sin detenerse, la pelota representada en el naciente organismo por Rolando Almnza (Cubiles), va por más y antes de engendrarse en el vientre del INDER como evento nacional, la Ciudad del Gallo organiza y compite en torneos locales con todo el respaldo de la afición y llenos totales las noches de martes, miércoles, jueves y sábados, y domingos por las tardes, con varios equipos representativos de centros laborales, instituciones o entidades estatales.

De manera permanente se juega en el nuevo estadio de la ciudad, centenares de aficionados colman la gradería en cada partido y gran respaldo logran equipos como “Pescadores”, “Constructores”, Artes Gráficas, “Ferroviarios”, “Isla de Turiguanó”, “Refrescos Perla”, “Eléctricos”, Sindicato del Comercio y otros de los barrios cercanos como Santa Bárbara, Peonía, Ranchuelos y Central Patria. Más de dos centenares de atletas de todas las edades y categorías participan de estos torneos masivos que se convierten en una poderosa cantera, de la que emergen, muy temprano, numerosos jugadores que se insertan en el sistema de participación del organismo deportivo y forman parte del talento que integra las primeras series nacionales de la pelota revolucionaria.

Tan temprano como la misma creación del INDER, Rolando Almanza, quien es el Responsable de Mantenimiento del estadio desde el momento de su inauguración, convertido ahora por sus conocimientos profesionales como primer Comisionado Regional de Beisbol, amplía las posibilidades de la moderna, bella y necesaria obra, y decide crear dentro del área de la instalación, un pequeño terreno infantil para el acceso, práctica y control de los nacientes talentos, idea que cuenta con el total respaldo del organismo deportivo; el terreno infantil es dotado de una pequeña gradería de madera, cuenta con sus bancos y camerinos, dispone de todas las comodidades para los infantes y, desde entonces y a lo largo de los años, se mantiene en activo con positivos resultados; por el terreno infantil “Nelson Morales”,-nombre de un adolescente que fallece a causa de un pelotazo en la sien-, pasan desde los primeros años de vida, la mayor parte de los muchos peloteros de esta ciudad que acceden a los clásicos nacionales cubanos.

Bajo la mirada del INDER el “olímpico” de Morón, se acerca más a lo que es, importante institución cultural de la ciudad. Se torna tribuna de los máximos acontecimientos socioculturales de la localidad, y al mismo tiempo modifica algunas de sus estructuras originales, al realizarse varias divisiones para acomodar oficinas, cubículos para artes y materiales deportivos, creación de un comedor con su cocina adjunta, modificación de los albergues y escenario de presentación de otras manifestaciones deportivas y festivas, así como acontecimientos políticos. Como una criatura que no alcanza nacer, es el final del Campo de entrenamiento en el “olímpico” de Morón.

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