Por Arquímedes Romo Pérez
Cuando arribamos al punto exacto de la mitad del Siglo XX y el béisbol en las Grandes Ligas muestra su grandeza con la presencia de sus BaBe Ruth, Ty Cob, Ted Williams o Joe Dimaggio, y en Cuba los Martin Dihigo, Lázaro Salazar, Adolfo Luque o Mike González, llenan de arte deportivo importantes escenarios latinoamericanos.
En Morón, donde llegó a principios de siglo al flojo, de trapo y sin guante, está naciendo la Liga Azucarera, y decenas de novenas campesinas,que movidas solamente por mensajes radiales, dan vida a un increíble movimiento deportivo, único en la Isla, que espontáneamente se extiende por los cuatro mil kilómetros del territorio y avanza hacia otros destinos.
Mientras se ajustan y preparan los equipos azucareros para abrir las cortinas en el invierno del 51, en numerosas localidades se efectúan interesantes desafíos dominicales a los que se unen otras actividades recreativas para convertirse en fiestas populares. Comunidades como La Argelia, Ranchuelos, Las Mangas, El Mamey y la finca Puya, crean estructuras organizativas para celebrar estos encuentros amistosos. En la última de las mencionadas se crea un Comité Organizador que se encarga de adquirir los implementos imprescindibles, productos necesarios para los almuerzos de los peloteros y responder a las necesidades del equipo, lo que resulta una experiencia que más tarde se aplica en otras localidades.
Es tal el interés existente que “Los Deportes al día” amplia su personal para estar presente, cada domingo, en distintos lugares donde se juega, y ofrecer, más tarde, la divulgación radial oportuna. El periodista Silvio Rodríguez Acosta se convierte en personaje célebre de la pelota, es admirado, respetado, querido por los deportistas del territorio que responden a sus informaciones y sugerencias, a extremo tal, que poco tiempo después, exactamente el 12 de Octubre de 1952, cuando ya está en funcionamiento su inigualable proyecto de la Liga Campesina de La Trocha, se le organiza un homenaje en el estadio del Central Patria, en el cual se celebra un doble encuentro de béisbol entre los equipos Instituto vs Deportivo Colón y Central Patria vs Morón BBC.
Resulta de interés adicionar que el segundo partido de este programa homenaje, es transmitido por la emisora CMJX Radio Morón jugada por jugada, en lo que resulta la primera transmisión de ese tipo realizada por la segunda emisora de la Ciudad del Gallo. El encuentro lo narra el periodista Enrique Sorí Morales, comenta el homenajeado Rodríguez Acosta, lo anota el que más tarde es un conocidísimo periodista y narrador deportivo cubano Rolando Crespo Rodríguez ,y se encarga de los mensajes comerciales el locutor Rafael Morales.
Cuando en el primer año de la segunda mitad del Siglo XX se habla y se trabaja por la autorización y puesta en acción de la Liga Inter-centrales Azucareros de Cuba con sede en Morón, ya se genera un impetuoso movimiento de la pelota campesina en el municipio. A la actividad competitiva amistosa que ya mantienen varios equipos de distintos barrios, se unen otras novenas que se conforman en bateyes, poblados y comunidades, que también pretenden insertarse en la competencia.
Cada día el periodista Silvio Rodríguez Acosta se compromete más con la pelota campesina, y con la aprobación y sugerencia de muchos interesados se va a la organización de la Liga Campesina de La Trocha, cuya primera convocatoria en 1951 se realiza durante los meses de verano en el Término Municipal de Morón, pero resulta de tal interés que para el siguiente año se extiende a los municipios de Ciego de Ávila y Esmeralda.
La Liga tiene una organización básica: Los jugadores de cada equipo no están inscriptos, por lo que pueden jugar todos los que lo deseen; cada equipo tiene un Delegado que lo representa y responde por la celebración de los partidos programados en el calendario; el conjunto home club garantiza 3 pelotas para cada juego; cada equipo debe contar con uno o dos árbitros que trabajan en todos los juegos, un anotador y un divulgador que, al finalizar cada encuentro, reporte los resultados finales y la información pertinente. Los equipos visitantes se mueven por su cuenta y los recibidores garantizan la celebración y el orden. Los juegos programados, el estado de los equipos y los partidos a celebrar, se informan a través de “Los Deportes al día”. Silvio Rodríguez, preside la Liga y lo acompañan en el trabajo Rolando Crespo Rodríguez y este redactor Arquímedes Romo Pérez.
La Liga Campesina de La Trocha celebra su último torneo en 1953 con la participación de 50 equipos de los tres términos municipales. Los grandes competidores de este torneo histórico son los equipos “Las Mangas”, de Chambas, ”La Argelia”de Violeta, “El Mamey” de Cunagua, “Colorado” de Baraguá, “Santa Rosa” de Ciego de Avila, “Puya” de Morón y “Buenos Aires” de Esmeralda; este último se lleva el triunfo final frente al Deportivo Puya, una novena emblemática considerada hoy entre las mejores organizadas en el territorio de Morón, en todos los tiempos.
La Liga Campesina de La Trocha, certamen único de su tipo conocido en nuestra pelota, adquiere un nivel tan inesperado que varios de los equipos participantes se convierten en referencia en los antiguos términos municipales, más cuando este novedoso evento se efectúa en fecha diferente a los torneos oficiales, lo cual facilita que los equipos campesinos se fortalezcan con la presencia de jugadores del más alto nivel en el territorio. La venta de alimentos, refrigerios, cervezas, quinielas y hasta el pase del sombrero para la contribución voluntaria de los aficionados, son vías que se utilizan para adquirir los fondos que garantizan el espectáculo; cada novena hace los máximos esfuerzos y adopta las más originales medidas para celebrar exitosamente cada compromiso de la justa campesina.
La falta de vías de comunicación idóneas, la ausencia del adecuado transporte, la gran distancia que media entre localidades comprometidas en el calendario, se toman en cuenta para organizar la competencia por zonas. En muchos casos los equipos pertenecen a entidades o fincas particulares cuyos propietarios apoyan económicamente, no obstante el odioso Golpe de Estado propinado por Batista el 10 de Marzo de 1952, es un rudo golpe para la Liga al limitar muchas de las acciones necesarias, y se hace critica la situación un año después, con los sucesos de los asaltos a los cuarteles “Moncada” y “Carlos Manuel de Céspedes” de Santiago de Cuba y Bayamo, a partir de los cuales se ejercen grandes presiones y se reducen las libertades que limitan las reuniones, los movimientos grupales y la práctica de este popular deporte fuera de una organización oficial.
Estos fenómenos político-sociales gravitan directamente sobre la Liga Campesina de La Trocha que, después de convertirse en un éxito rotundo y en un espectáculo espontáneo, recreativo, masivo y consolidado, tiene que ceder por el imperativo de una época dolorosa para el deporte cubano. La Liga Campesina queda en el olvido, pero las mismas causas, la misma situación reinante en la nación, las mismas medidas dictatoriales aplicadas a todo lo largo de la década de los 50, hacen sucumbir dolorosamente también a la llamada Liga Azucarera, la que tras el triunfo del Primero de Enero de 1959, con el fragor revolucionario, toma nuevo impulso y, como tradición del sector dulce, llega hasta nuestros días con nuevos colores y nueva estructura.
Tanto la Liga Campesina de la Trocha como la Inter-centrales Azucareros, ambas con sedes en Morón, escriben parte de la historia del beisbol en esta parte de la Isla, historia muy rica, matizada de hechos y momentos inolvidables que forman parte de la vida misma de la localidad. Si el pueblo de Morón movido por un Patronato es capaz de sacarle a las entrañas gubernamentales del país un estadio único de tu tipo y darle a la Ciudad del Gallo su principal institución cultural, la Liga Campesina y la Liga Azucarera, plantan una semilla en la pelota local que crece y se fortalece vigorosamente para que, al llegar la época revolucionaria, se haga faro y guía de nuestro deporte nacional.
(Memorias del Equipo de Historia del Deporte)