Se engendra la Liga Azucarera….

Por Arquímedes Romo Përez

La Liga Interprovincial deja caer sus cortinas pero en Morón la dolorosa medida se torna acicate para que el béisbol se multiplique y crezca en los cuatro mil kilómetros del Término, toda vez, que con el apoyo de la radio, especialmente “Los Deportes al día”,se estimula la práctica.

Al acercarse la segunda mitad del Siglo XX se cuentan novenas de cierta calidad en numerosos lugares de casi todos los barrios, las cuales se robustecen con la presencia de jugadores de la ciudad y de los centrales azucareros cercanos que, al estar inactivos, se incluyen, las fortalecen y elevan la calidad de esta pelota amistosa.

Con la desaparición de la Interprovincial crece el interés de un grupo de entusiastas de conformar y crear otro organismo deportivo de calidad, en el cual puedan estar incluidos los equipos de todas las entidades azucareras del Término Municipal y hasta de la provincia. El interés crece, se suceden los contactos con las distintas entidades y tan temprano como el 18 de Junio de 1950, se reúnen en los salones de la Sociedad Liceo de Morón, delegados de todas las entidades convocadas y constituyen la base de lo que será la Liga Inter Centrales Azucareros, conocida, más tarde, como la Liga Azucarera que trasciende el tiempo y llega hasta nuestros días, aunque con otros matices.

La histórica reunión, además de precisar lo que sería el reglamento competitivo y todo lo concerniente a la organización y funcionamiento de la Liga, elige su Junta Directiva o Dirección, la cual es encabezada como Presidente por Arístipo Naranjo Romo; Vice-presidente: Julián Albreche; como Secretario: José Martín Pino; Tesorero: Ignacio Cordero Hernández y Vice-tesorero: Galberto Hernández. En este primer encuentro integracionista de nuestro béisbol, también están presentes representantes de los centrales Patria, Violeta, Cunagua, Morón-Pina, Adelaida, Punta Alegre, Algodones, Stewart, Jaronú, Baraguá y Narcisa, éste último perteneciente a Las Villas. También se acuerda ampliar la convocatoria a los demás ingenios azucareros de la provincia de Camagüey y solicitar la autorización y oficialización del nuevo organismo deportivo al Gobernador Provincial.

Mientras se espera la respuesta del Gobernador y se ultiman detalles en las distintas entidades azucareras de la provincia para poner en funcionamiento la nueva maquinaria deportiva, cobra fuerza inusitada el movimiento de la pelota campesina. El noticiero “Los Deportes al día” es la tribuna a través de la cual se conciertan los topes y se emiten los resultados. Fincas, bateyes o comunidades fortalecen sus novenas y cada domingo se produce una gran fiesta en los terrenos activos. La Argelia, Pesquería, Martinó y Velasco, en la zona de Violeta; Maduro, El Mamey y Cejas de los Cocos, en Cunagua; Romanillo, Casimbita y El Perú en Pina; la finca Puya en Patria; Ranchuelo, Peonía, Las Mangas, Dos Hermanas, San Joaquín, El Taller y Turiguanó, mantienen un constante movimiento competitivo, apoyado por peloteros de los distintos centrales, que cada domingo gana en intensidad y va perfilandose como un fenómeno deportivo de gran magnitud generado espontáneamente.

Ante el llamado de la integración de la Liga Azucarera resulta imperativo contar con una instalación adecuada en el pequeño Central Patria que, al igual que Morón, carece de estadio. Es así que consciente de la responsabilidad que contrae al ser Morón la sede del nuevo torneo, la Compañía Falla-Gutiérrez, operadora de esta fábrica de azúcar, se da a la inmediata tarea con construir un pequeño estadio como sede de su equipo. Por tanto, con la participación de los propios peloteros y trabajadores del central, se va a la construcción de una pequeña gradería techada de zinc y asientos de madera, para responder al llamado de la nueva Liga. El pequeño, pero acogedor, estadio de Patria, situado en el mismo lugar donde en la actualidad radica el terreno de ese Consejo Popular, se inaugura el 22 de marzo de 1950. El lanzamiento de la primera bola lo hace Raúl Román, administrador del central y lo recibe José Martin Pino, Secretario de la Nueva Liga Azucarera.

Pese a todo cuento se hace para poner en funcionamiento el organismo deportivo azucarero, la maquinaria se mantiene inactiva hasta el 27 de Mayo de 1951 cuando el Gobernador de la provincia de Camagüey, autoriza el funcionamiento de la Liga Inter-centrales Azucareros de Cuba, que si en su primera edición se limita casi exclusivamente a las unidades azucareras del occidente camagüeyano, un año más tarde resulta abarcadora, y cuya creación gana el respeto y la atención de toda la afición ávida del buen béisbol.

No obstante, ante la inactividad oficial, con la ausencia de torneos organizados o por calendario del organismo rector de los deportes en el país para la esfera social, la radio favorece la divulgación del béisbol campesino, que se generaliza alrededor de los seis centrales azucareros y los numerosos poblados y barrios del Término Municipal, al tiempo que, en la ciudad continua el apoyo al Patronato Popular pro-estadio.

Aunque el gobierno nacional está en manos de los llamados Auténticos, los hermanos Pardo Jiménez, siguen al frente de los intereses de Morón. Manuel, el mayor, es el Alcalde Municipal; Ángel, el abogado, es Representante a la Cámara; Pepe, el médico, es el Senador que, más tarde, después del Golpe del 10 de Marzo de 1952, se hace cargo del Ministerio de Obras Públicas.

Con las promesas y compromisos que caracterizan los tiempos de elecciones en sistemas políticos “democráticos”, se conoce que habrá apoyo oficial para la construcción del añorado estadio moronense, para el cual, además del terreno donado, el aporte de los aficionados y el saneamiento del área pantanosa, también cuenta con un avanzado proyecto arquitectónico donado por el joven arquitecto Manuel Galguera, quien es alumno del Doctor Llanes. Y es así, con creciente júbilo de la población, que el 10 de Septiembre de 1951, mientras se juega en el rústico estadio del Patronato, manos obreras interesadas levantan, unos metros más al norte, en la misma parcela cedida por el vecino Pedro Medina, los primeros materiales para la construcción del añorado estadio de Morón, bajo la dirección del ingeniero Antonio Carvajal y la ejecución del constructor Ramoncito Pardo.

(Memorias del Equipo de Historia del Deporte en Morón)

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