Por Leonel Iparraguirre González
Aunque nos habíamos propuesto un encuentro con el destacado músico Nelson Oney Peña, al pasar por los portales de la Biblioteca Sergio Antuña, de la ciudad de Morón nos detuvimos ante el armonioso ritmo de La Familia.
No bastan pocos minutos para conversar con Oney, un hombre que nació en la cercana comunidad de Ranchuelos, pero que cuando tenía solo cinco años su familia se fue a residir a Trinidad. Allí Oney (su nombre artístico) comenzó a estudiar música con el maestro Leonardo Castellanos, a quien califica como un profesor que impartía clases de una manera muy agradable. Con Castellanos aprendió solfeo y saxofón, pero, un llamado del Servicio Militar General hizo tronchar sus estudios de música.
Pero ya en las filas del Servicio Militar, con los conocimientos adquiridos, Oney integró la Banda de la Cuarta División de Remedios, y poco tiempo después la Banda del Estado Mayor Nacional, por lo que, a su consideración “el Servicio Militar lo ensanchó…”
Lo cierto es que Nelson Oney se inserta al mundo musical siendo muy joven, pues fue acompañante de una orquesta de los show del Hotel Las Cuevas, conjugando así el estudio con el trabajo.
Cuenta que con 19 años integró la Banda del Estado Mayor en Santa Clara y la Orquesta de Música Moderna de Las Villas.
Como miembro de esa orquesta, Oney conoció a grandes maestros, como Rafael Somavilla, González Mántesis, Rafael Ortega y Osmundo Calzado, entre otros. ” con ellos aprendí otras muchas aristas de la música”.
Su conversación es pausada y profunda sobre su permanencia en distintas orquestas y de su gira por Estados Unidos como integrante de una orquesta integrada por músicos cubanos y puertorriqueños para mostrar el jazz latino.
Fue entonces que, de retorno, ajustado a las condiciones del Período Especial, decidió tomar algunas determinaciones y fue así cuando surge el Grupo La Familia, con residencia estable en Morón y contratos de trabajo en hoteles de la Cayería Norte Avileña, y surge así el Festival Coco Jazz.
El grupo La Familia es otra parte notable de la historia de Nelson Oney, pues surge una agrupación compuesta por sus hijos, también notables músicos y en la actualidad hasta su nieta.
Considera Oney que ser miembro de La Familia significó un reto en lo referido a responsabilidad y exigencia, desafío que se ha cumplido al pie de la letra.
A pesar de sus 70 años de edad “no he pensado todavía en entregar las armas, pues la música forma parte de mi existencia”, confiesa alegremente .
De los reconocimientos que le han sido otorgados no es preciso abundar, Vanguardia Nacional, trabajador destacado y un carné que lo acredita como músico siendo todavía un niño.
“Qué más pudiera decir de mi vida…? Ahh, que escribo un libro que pretendo titular Asuntos Cotidianos”, acota.
Ha sido un maravilloso encuentro con una persona que bien puede catalogarse como cultivador de música en su familia.