Por Marilys Suárez Moreno

A Félix Benjamín Caignet Salomón se le conoce por su canción ‘Frutas del Caney’ y por la más famosa de las novelas cubanas de todos los tiempos: ‘El derecho de Nacer’, que le dio fama internacional. Con esta obra viajó en la década del 50 del pasado siglo por decenas de países de habla hispana, así como a los Estados Unidos.

La novela, que se escuchó siempre por radio y existen diferentes versiones de la misma, fue llevada al cine en varias ocasiones por México, Brasil y España, y se tradujo al inglés, francés y portugués, manteniendo en vilo a generaciones de cubanos desde su primer capítulo.

Cainegt, nació en San Luis, Santiago de Cuba, el 31 de marzo de 1892, y falleció en La Habana, el 25 de mayo de 1976.

Como creador, Félix B Caignet tuvo una fructífera carrera, tanto en el ámbito musical como en el narrativo; autor de temas como Te odio, Mentira, Carabalí y su popular Frutas del Caney, ésta ultima de gran acogida y popularidad.

Su nombre se asocia más al periodismo y la narrativa, porque Caignet se inició como periodista de reportajes de tribunales en el Poder Judicial de Santiago de Cuba, en 1914.

También escribió versos, obras de teatro y fue narrador, actor, pintor y músico autodidacta. Sus cuentos infantiles se publicaron en revistas y folletines, y se radiaron en un programa de ese corte.

Félix B Caignet se consagró en la radio cubana con los episodios del detective Chan Li Po, obra con la que viajó a La Habana y con la que realizó su primer viaje a Argentina, donde creó populares personajes humorísticos.

El primer largometraje sonoro cubano, ‘La serpiente roja’, es creación suya, pero fue ‘El derecho de nacer’ la novela que le dio fama internacional a Félix B Cainegt.

Con esa obra mantuvo en vilo a generaciones de cubanos, pendientes de cada capítulo. La novela, que se escuchó siempre por radio y existen diferentes versiones de la misma, fue llevada al cine en varias ocasiones por México, Brasil y España, y se tradujo a varios idiomas.

Caignet era capaz de interpretar todos sus personajes, principalmente los infantiles y creó en Cuba el género del suspenso, detectivesco y narrador.

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