Por Arquímedes Romo Pérez
Marcas, récords y curiosidades se entrelazan para recorrer por cosas interesantes del deporte y, de manera especial, del béisbol y sus protagonistas, muchos de los cuales se cuentan entre los actores bien conocidos por la afición de la ciudad del Gallo, en su escenario del estadio Paquito Espinosa.
Como se sabe acabamos de disfrutar la final de la Serie Nacional 60, cifra a la que podemos adicionar los torneos especiales y las series selectivas, todo lo cual suma una gran cantidad de partidos celebrados a lo largo de la historia de la pelota revolucionaria, sin embargo estamos seguros que solo una vez y en Morón, ha ocurrido un singular suceso: una bola bateada que hizo diana con un ave nocturna que volaba sobre los jardines; delante del jardinero cayeron la bola y el ave sin vida! Usted como árbitro, qué decide en este lance?
Según los muchos y excelentes estadísticos que siguen con números la historia de la pelota cubana, el santiaguero Alexei Bell impuso un récord el día 3 de Noviembre de 2009 cuando, ante el equipo de Camagüey, conectó 2 cuadrangulares con las bases llenas en la misma primera entrada. Pero la historia no quedó en ese inning inicial, sino que Bell, en el transcurso del partido, impulsó 4 carreras más e impuso otra marca prácticamente inalcanzable al impulsar 12 carreras en un juego de 9 entradas.
Y, sin lugar a dudas, llama la atención el hecho poco común de conectar dos cuadrangulares en una misma entrada, sin embargo consultada la Guía del Béisbol Cubano vemos que esa película la han pasado nada menos que 27 bateadores en nuestros clásicos nacionales. Y lo más interesante del caso es que el bateador que primero conectó dos jonrrones en una misma entrada, fue el que impuso el récord que ha sido muchas veces igualado, pero este bateador aseguró la marca para toda la vida porque se trata del camagüeyano Modesto Gil, un lanzador, y como que en la pelota moderna el pitcher no batea, pues la marca será insuperable para la historia:!Un lanzador que conecta 2 cuadrangulares en una misma entrada!.
Y hablando de lanzadores, en el béisbol ocurren hechos irrepetibles y tan imprevistos que parecen increíbles. Para un lanzador la tarea más difícil, sin lugar a dudas, es lanzar un juego perfecto, retirar por su orden a los 27 outs de un partido sin que bateador alguno consiga arribar a la inicial. El lanzador cubano que primero lo logró fue el espirituano supersónico Maels Rodríguez, sin embargo un avileño de oro, Lázaro Santana, durante la XI Serie Nacional y ante el equipo pinareño de Vegueros, retiró por su orden a 29 bateadores, 2 más que los que debió enfrentar para lograr un juego perfecto. Lo doloroso de este caso es que Santana no resultó ganador.
Y seguimos con los lanzadores, las marcas, los récords y las curiosidades de la pelota…. Como quiera que estamos en los días del cumpleaños del estadio “Paquito Espinosa”, recordamos que en junio de 1958 se celebró en esta instalación un partido entre los equipos Búfalo de USA y Cubans Sugar Kings. En la escuadra de los visitante alineó Duke Easter, un atleta corpulento que venía de Grandes Ligas, con un poder descomunal. En su primera comparecencia fue dominado por Raúl (Salivita) Sánchez, quien lo ponchó. El bateador se retiró del plato arrastrando el bate y mirando detenidamente para el lanzador, y en la segunda ocasión que lo enfrentó dejó pasar el primer lanzamiento y sobre el segundo envío disparó un batazo que por muchos años la afición local lo tuvo de ejemplo: primera y única vez que un lineazo pasó por encima de la pizarra eléctrica situada casi en el jardín central!
En La historia de nuestra pelota revolucionaria hay una inmensa cantidad de lanzadores con marcas verdaderamente impresionantes, sin embargo, debemos detenernos en hechos verdaderamente especiales como las 19 entradas que, de manera consecutiva, lanzó el villaclareño Aquino Abreu en 1966, sin permitir ni hits ni carreras. Aquino es el único lanzador cubano en tirar dos juegos consecutivos sin permitir indiscutibles ni anotaciones. El primer partido lanzado el 15 de Enero frente al equipo Occidentales y el segundo el 25 del mismo mes ante los Industriales de la capital. Esta marca de Aquino Abreu ya se conserva como una de las más antiguas de nuestra pelota, y esta hazaña ha sido lograda en muy contadas ocasiones en toda la historia del béisbol en todas las latitudes y categorías.
Según los profundos conocedores del Béisbol el pitcheo representa el 75 por ciento del resultado de un partido, de ahí que los lanzadores deben desarrollar habilidades adicionales que se van más allá de la fuerza de los lanzamientos. Los entrenadores trabajan tenazmente en algo tan sencillo, al parecer, como el control. Un pitcher controlado es un gran aspirante a la victoria. Y un gran ejemplo de esa cualidad fue Manuel Hurtado, espigado lanzador capitalino de los años 70 que, sin una velocidad supersónica, basaba su trabajo sobre las curvas cortas y un control exquisito, para convertirse en estelar de su equipo y de nuestra selección nacional. A Hurtado corresponde una marca impresionante lograda el 11 de enero de 1970 ante el equipo de Matanzas, cuando ponchó, de manera consecutiva, a 10 bateadores la cifra más alta lograda por un lanzador en nuestras series nacionales.