Por Héctor Izquierdo Acuña

Muchas faenas desplegaron las sufridas mujeres cubanas a lo largo de las guerras independentistas. Ya desde el 68, se vieron ante la disyuntiva de permanecer en las poblaciones, o en su defecto, acompañar a sus familiares a la vida en la campiña cubana, a expensa de la cruel represión del Ejército Español, que quemó más de 50 de los ranchos donde se refugiaban, y asesinó a muchos indefensos a lo largo y ancho del antiguo Término municipal de Morón.

Muchas patriotas de la localidad tuvieron que enfrentar las duras condiciones de la prisión, ya sea por el delito de infidencia o por haber sido capturadas en la manigua.

Joaquina Echemendía Echemendía
Esposa del coronel del Ejército Libertador Nicolás Hernández Moreno, el Tocayo, a quien acompañó en la manigua redentora durante las tres guerras por la independencia, Joaquina Echemendía Echemendía alcanzó una amplia hoja de servicio, y es una de esas personalidades que aguardan por nuevos estudios.

América Peñaranda Machado
Entre los símbolos más preciados de cualquier país, la bandera nacional ocupa un lugar cimero. La historia de las banderas es casi tan antigua como la humanidad debido al uso que se les daba como signo distintivo de una colectividad o grupo, y a la vez, identificativo de la unidad que prevalecía en su interior. Ya en la Guerra de 1895, la enseña nacional fue bordada por las finas manos de América Peñaranda Machado, cuyo verdadero nombre era Emerencia Modesta.

Celia Cecilia Cervantes Cervantes
Celia se ubica dentro de una familia, la Cervantes, que aportó una pléyade de patriotas a lo largo de las guerras por la independencia de Cuba. Baste rememorar al coronel Irene de Jesús Cervantes Salcedo, jefe del segundo escuadrón del Regimiento Martí durante la Guerra del ´95 que operó, sobre todo, al oeste de la Trocha; Amado Cervantes Madrigal, Gerónimo y Tranquilino Cervantes, el célebre práctico que, desde Los Chincheros se encargaba de pasar comunicaciones, armas y hombres por los difíciles y riesgosos pantanos de la Isla de Turiguanó con el propósito de burlar la línea militar de Júcaro a Morón.