Las celebraciones del 26 de julio constituyen merecimientos al otorgamiento de una sede por los resultados en la emulación. Y así ocurre en Morón que este año obtuvo tal distinción en la provincia avileña y se prepara para el Día de la Rebeldía Nacional con nuevos bríos y el esfuerzo multiplicado en diferentes puestos de labor.
Y no puede ser de otra manera, porque al acoger la sede del acto provincial, se renuevan los deseos inmensos de hacer más, a sabiendas que se puede mucho juntos y que estos tiempos exigen más resultados.
Morón está de fiesta, pero también sin perder un día encamina sus pasos hacia la ambientación de la ciudad, al impulso de los planes técnico económicos y al mejoramiento constante de las condiciones en barrios vulnerables.
El 26 y la sede merecen ese esfuerzo y consagración, porque se trata de demostrar que sí se puede aún en medio de contingencias adversas, que el pueblo está presto, como siempre, al combate diario para que la realidad se complemente con más alimentos, menos indisciplinas y más bienestar para todos.
Morón está en 26, consciente que aunque falta mucho por hacer, la sede provincial vigoriza la entrega y la pasión de todo un pueblo que unido y firme demuestra el por qué el territorio es un municipio de victoria.
(Autor: Carlos G. González Ruiz)