Las precisiones del Instituto de Meteorología y las orientaciones de la Defensa Civil, son la clave para atentos estar siempre bien preparados y alertas ante condiciones adversas del tiempo, y de ese modo minimizar los daños materiales y evitar la pérdida de vidas humanas.
Al disponer de un sistema especializado y los recursos humanos necesarios, la adopción de medidas oportunas sirve para mitigar los efectos de una tormenta tropical, un huracán o intensas lluvias.
Desde la alerta temprana, así como las diferentes fases dadas a conocer oportunamente, nos ponen en condiciones que permiten a su debido tiempo estar preparados para las contingencias que se pueden presentar.
Pero, no es posible perder el tiempo, hay que resguardar los recursos materiales, trasladar los animales a lugares seguros, evacuar a las personas que lo requieran, destupir tragantes, limpiar canales y azoteas, en fin, garantizar todo cuanto sea posible con prudencia y sentido del deber.
Las fases Informativa, de Alerta y Alarma nos dicen a las claras el camino a seguir, para luego en recuperación cuantificar los daños y pasar a la normalidad cuando las condiciones lo requieran.
Siempre atentos, preparados y alertas para enfrentar esos eventos meteorológicos que nos ocupan y preocupan, sobre todo en la etapa de temporada ciclónica, entre el primero de junio y el 30 de noviembre.
(Autor: Carlos G. González Ruiz)