Con la formación de Francine el día 9 de septiembre se pone fin a una “sequía ciclónica”, ya que desde la génesis el 13 de agosto de Ernesto, no se había formado ningún otro ciclón, algo para nada raro si estuviéramos en los primeros meses de temporada ciclónica. Sin embargo, desde 1968 el periodo entre el 13 de agosto y el 8 de septiembre no resultaba tan inactivo, según datos publicados por el Dr. Philip Klotzbach (@philklotzbach en X).

 También señalaba el especialista que de cumplirse el pronóstico de que Francine sea el cuarto huracán de la temporada, lo haría algo “adelantado”, porque la fecha promedio para ese evento es el 16 de septiembre. Por lo que, aunque lenta, la temporada va aventajando a lo que es el comportamiento promedio.

¿Calma para lo que resta de la primera quincena?

En un pronóstico emitido por la Universidad de Colorado el pasado 3 de septiembre, para las próximas dos semanas, indicaba que la mayor probabilidad era que hubiera un comportamiento por debajo de lo normal (un 60 %) y que la probabilidad era muy baja (un 10 %) de que este fuera por encima de la media para el periodo del 3 al 16 de septiembre, muy inferior a la probabilidad que fuera cercana a lo normal (30%).

Ya en su predicción anterior, emitida justo el 20 de agosto, día que marca el inicio de este periodo de mayor actividad, indicaban que, para las próximas dos semanas a partir de esa fecha, la mayor probabilidad (de un 55 %) era de que tuviera un comportamiento “normal”, y con posibilidades muy similares que fuera más activa o menos activa de lo normal. Pero, “se fueron en blanco” esas dos semanas en cuanto a ciclones, porque justo en la mañana de ese 20 de agosto, Ernesto dejaba de ser un ciclón tropical.

Aquí es importante señalar que, dado que es un periodo que habitualmente es el más activo, un comportamiento por debajo de lo normal no indica la ausencia de ciclones. Es como decir que un mes de verano va a tener temperaturas más bajas de lo habitual (algo que muchos añoramos), pero no indica que vaya a hacer frío y que no ocurran días muy calurosos. Esto es evidente en la presencia de varios sistemas con probabilidad de convertirse en ciclones tropicales en el Atlántico, como muestran las Perspectivas Tropicales del Centro Nacional de Huracanes en la mañana de hoy.

Los debates sobre el comportamiento actual y futura de la temporada han explotado en las redes, con distintos niveles de análisis y enfoques. Pero como nos recuerda el Dr. Philip Klotzbach en uno de esos análisis, que puede consultar aquí en inglés, emitido como complemento a las últimas perspectivas emitidas por el equipo que lidera: “la temporada de huracanes en el Atlántico no termina a mitad de septiembre”.

Las condiciones de fondo a gran escala muy favorables, continúan presentes, por lo que incluso cumpliéndose al pie de la letra las predicciones para la primera quincena del mes, pudiéramos tener actividad “en la segunda mitad del juego”. Además, los factores que pudieran estar generando la “esterilidad ciclónica” en el océano Atlántico, aunque se mantuvieran, no significan que el mar Caribe hacia los meses finales también sea tranquilo, así que no bajemos la guardia, porque puede despertar más adelante.

(Tomado de Cubadebate)

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