Las transacciones conforman la opción cada vez más utilizada por los cubanos, al calor del proceso de bancarización que lleva adelante el país para organizar los flujos financieros, pero todavía existen insatisfacciones, dudas y desconocimiento en personas naturales y jurídicas, que de alguna manera frenan su desarrollo.
Autoridades del sistema bancario en Ciego de Ávila esclarecieron a Invasor como ha fluido en el territorio la implementación de estos mecanismos, amparados por la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC), publicada el 2 de agosto del año anterior, que contiene las normas bancarias sobre límites para los cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, su depósito, extracción y tenencia.
Asimismo, la Resolución 93/2023 del Ministerio de Comercio Interior, estableció la obligatoriedad de inscripción en el Registro Central Comercial para todos los actores económicos, estatales o privados, que realicen una actividad comercial, además, la de garantizar el acceso y empleo de los canales de pago electrónico, mediante pasarelas como Transfermóvil y EnZona, o contar con terminales de punto de venta (POS).
Ambas normas impulsaron, de manera ordenada, mecanismos que estaban en marcha a nivel mundial desde la década de 1970 y que llegaron a Cuba alrededor de los 90 de la pasada centuria, pero cobraron fuerza a partir de 2015 con las operaciones de la pasarela de pago Transfermóvil.
Vlamir Rodríguez Fernández, jefe del departamento de Banca electrónica en el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), explicó que, sobre la base de ambas resoluciones, tanto su institución como el Banco Popular de Ahorro (BPA), se han dado a la tarea de establecer un cronograma para la bancarización de todos los clientes, los cuales están todos en igualdad de derechos y deberes.
Entre las acciones, detalló, figura la domiciliación de nóminas (recibir el salario mediante tarjeta magnética) y conducir las particularidades de los procesos, ya sea, por ejemplo, un comercio cuando va a emplear las pasarelas de pago electrónico, o cuando va a depositar el resultado de las ventas.
Las sucursales bancarias, precisó, como cuidadoras de cada uno de los actores económicos, tienen creadas las condiciones, dígase tarjetas magnéticas para domiciliar nóminas y que realicen sus cuentas fiscales o corrientes, además, disponen del personal para la atención a los clientes y para ofrecer asesoría en cuanto a temas de la bancarización.
También poseen dos plataformas: banca remota en el caso de BPA y virtual BANDEC, ambas dirigidas directamente a los actores económicos, que pueden interactuar a través de ellas con sus cuentas corrientes creadas en la sucursal y realizar todas las operaciones que deseen sin necesidad de acudir a la institución. Pueden hacerlo en linea desde sus casas, desde un móvil, lo que representa mayor facilidad para el proceso.
Hoy en la provincia se exige a todos los locales de comercio que tengan su código QR para garantizar la opción de pago en línea, aspecto que se chequea sistemáticamente para que los actores económicos se sumen al proceso y cumplan lo que establecen las resoluciones en vigor.
El directivo subrayó que han ido creando las condiciones para que todas las personas que se acerquen a la sucursal puedan obtener un nivel de efectivo en correspondencia con la disponibilidad existente en ese momento. Asimismo cuidan las cuentas del cliente y se hacen cargo de la conciliación de los ingresos por las ventas realizadas en el día, pero las dos plataformas —Transfermóvil y EnZona— tienen vías de reclamación en caso de que algún dinero no llegue a la cuenta.
Eyne Michel Mirón Felipe, jefe de departamento de Banca Electrónica en la Dirección Provincial del BPA, en Ciego de Ávila, aclaró las diferencias entre el pago por transferencia y pago en línea, términos importantes y novedosos en la bancarización de las transacciones.
La transferencia, señaló, es una transacción entre personas naturales, en tanto el pago en línea corresponde a términos de negocio, de trabajadores por cuenta propia y formas no estatales de gestión, así como entidades estatales que acceden a través de la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid) y EnZona a su código QR para que le efectúen los pagos.
Recordó que las personas naturales tienen un límite aprobado por el banco, como medida de seguridad, para realizar extracciones de 120 000 pesos al mes como máximo y transferencias diarias de hasta 80 000 pesos.
Conocer las posibilidades que ofrece la bancarización nos pone en condiciones de reclamar nuestros derechos y disfrutar mejor las bondades que ofrece, pues se da el caso, explicó Mirón Felipe, de que el vendedor de un comercio le dice al cliente que el código QR no le funciona y le orienta que le haga el depósito a su cuenta personal, lo que trae como resultado que al final del día reciba una bonificación del 6 por ciento del Banco, la cual debió ser para el cliente por pagar en línea y no para el dueño del negocio.
La primera norma de la Resolución 111, recordó, es que todos los clientes jurídicos, sean personas naturales o entidades estatales, tengan una cuenta corriente que sea el espejo de su negocio y reflejo de sus ingresos, gastos y aportes al presupuesto.
Sin embargo, el mecanismo no está funcionando como debiera totalmente, porque gran parte del dinero que sale de los bancos no regresa y muchos puntos de venta no aceptan el pago en línea, alegando que ya superaron el límite del día, cuando en realidad esa cuota es solo para la transferencia de persona a persona.
No obstante, hoy se garantiza, con el dinero que circula, el pago de la pensión mensual de los jubilados y se da prioridad a otros sectores como la salud.
A pesar de algunos remisos, actualmente más del 90 por ciento de los clientes jurídicos de la provincia ya cuentan con su banca remota y más de un 90 con las nóminas domiciliadas, en tanto algunos campesinos y cooperativas agropecuarias o de créditos y servicios tienen nóminas parciales (una parte en efectivo y otra en tarjeta magnética).
Mirón Felipe aseguró que el Banco cuenta con infraestructura tecnológica suficiente para continuar el proceso de bancarización indefinidamente y dio a conocer que el teléfono 80 02 26 22 del Banco Central de Cuba está disponible para expresar insatisfacciones, aclarar dudas o inconformidades y así poder agilizar su implementación y efectividad.
(Autor: Magaly Zamora Morejón)