“Aceptamos Giros. Arturo”, con esa lacónica frase, enviada por correo desde la emigración en Nueva York, Juan Gualberto Gómez admite la propuesta, de comenzar, en la segunda quincena del mes, la lucha de los mambises, preámbulo del 24 de febrero de 1895, cuando la Revolución por la independencia, iniciada en Yara, abre un nuevo período.

Después de varios años de organización vuelven los combatientes de 1868, de Céspedes, ahora con los “pinos nuevos”, de Martí, quien en 1893 le escribe a Maceo: “Las manos las he tenido ocupadas desde entonces en una labor bestial y sin descanso,- en atender, de una tierra en otra, a lo grande y a lo pequeño-, en ir levantando, hombre por hombre, todo este edificio…”.

Los buenos cubanos retornan a la manigua dotados de una concepción integral, elaborada por el Maestro, que tenía como principio fundamental la unidad de los patriotas en torno a su único Partido Revolucionario Cubano.

El examen minucioso de los factores, que dieron al traste con la contienda de los 10 Años, demuestra que la división interna de las fuerzas sobresale como la mayor responsable del fracaso, conjuntamente con las indisciplinas de las tropas.

De esa última tentativa por la libertad de Cuba, en el siglo XIX, emana otra importante lección histórica: el valor de sobreponerse a las dificultades para saber convertir los reveces en victoria, porque a días del comienzo de la contienda, por una delación o imprudencia, desaparecen, en un instante, todos los esfuerzos organizativos de una década, sin embargo, la decisión fue comenzar con lo poco que quedaba.

Así resulta el 24 de Febrero, día de lucha, de entrega al suelo patrio, de altruismo y defensa de la tierra que nos vio nacer, por eso constituye una fecha crecida por la historia y ese mismo día, pero en 1958, Ernesto Che Guevara funda Radio Rebelde, en el corazón en la Sierra Maestra.

El también conocido como Grito de Baire sigue siendo un vigente llamado por la defensa de la Patria hermanado a la lucha antiimperialista, por la comprobada convicción de que la anexión a Estados Unidos negaría a la nación y significaría perder la Patria.

El presente continúa reclamándonos otros 24 de febrero imbuidos en el mismo patriotismo martiano, consciente del peligro yanqui para Cuba y el Continente y convencido de que la integración latinoamericana es la única opción factible para enfrentar al Imperio.

(Tomado del Portal José Martí)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *