Granma
“El derecho de la humanidad a existir debe ser la motivación principal de nuestras discusiones”, expresó el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir en la Cumbre de Acción Climática, que tiene lugar en la nación emiratí como parte de la COP28.
En uno de los amplios recintos del Centro de Exposiciones de Dubái -donde sesiona la COP28; o sea, la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático-, el Jefe de Estado comenzó sus palabras agradeciendo “al Gobierno y pueblo emiratíes por la calurosa bienvenida, la hospitalidad, y la organización de esta Cumbre”. Y seguidamente abordó un tema de urgencia:
“Permítanme comenzar recordando que, a poco más de dos mil kilómetros de aquí, en Gaza, ocurre un genocidio. En nombre de Cuba, condenamos categóricamente la escalada de violencia y terror desatada contra los habitantes de esa franja de tierra de la Palestina ocupada. La paz es necesaria para salvar el planeta”.
En lo concerniente al foro internacional, el dignatario enunció que “esta COP debe ser un espacio para compromisos serios y ambiciosos”. Y resaltó a continuación: “Saludamos la decisión adoptada, que operacionaliza el Fondo para Pérdidas y Daños. Acogemos los compromisos anunciados para comenzar a capitalizarlo, pero advertimos que aún son insuficientes para las necesidades de los países en desarrollo”.
“La ciencia nos ha advertido de forma reiterada sobre las consecuencias catastróficas del incremento de la temperatura a nivel global. Ignorarla, sería el error más costoso de la especie humana”.
El presidente cubano enfatizó que “revertir esta situación es, claramente, tarea de todos, pero sólo las naciones desarrolladas están en condiciones de alcanzar las reducciones más ambiciosas de sus emisiones, y apoyar con medios de implementación las acciones del Sur”.
“En el camino recorrido -dijo el mandatario- desde la Conferencia de París, los países en desarrollo han impulsado numerosas acciones climáticas, pero ha faltado solidaridad y no se han materializado los compromisos de los países desarrollados en correspondencia con sus capacidades y responsabilidades históricas”.
“Los países más desarrollados continúan incentivando su extracción de combustibles fósiles. Hablan incluso de una duplicación de la producción y consumo de los mismos para 2030. Esas realidades resquebrajan seriamente el clima de confianza que debe imperar entre las naciones. El derecho de la humanidad a existir debe ser la motivación principal de nuestras discusiones”.
Más adelante en sus palabras, Díaz-Canel Bermúdez destacó que “la COP 28, que concluirá el Primer Balance Global sobre la Implementación del Acuerdo de París, es una oportunidad única para corregir el rumbo de los esfuerzos colectivos en el enfrentamiento al cambio climático. Cuenten para ello con el aporte del Grupo de los 77 y China, que nuestro país se honra en presidir”.
“Aunque Cuba -añadió el Jefe de Estado- contribuye con menos del 0.1 por ciento de las emisiones globales, ratificamos el compromiso de implementar nuestra Contribución Nacionalmente Determinada y de avanzar en una Estrategia de Transición Energética para un modelo de desarrollo mucho más resiliente y bajo en carbono”.
“Lo haremos, a pesar de las limitaciones que nos impone el recrudecido bloqueo del gobierno de los Estados Unidos”.
Hacia el final de su intervención el Presidente cubano trajo a colación la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992, donde el líder histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, terminaba alertando: “Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debíamos haber hecho hace ya mucho tiempo”.
El mandatario de la Mayor de las Antillas compartió una frase de oportuna advertencia: “Ese mañana ya es hoy, y el reloj sigue corriendo”.