Granma

La bancarización que se implementa hoy en el país es una respuesta estratégica a la necesidad de tener un sistema bancario modernizado, tecnológicamente más avanzado, que cubra la demanda creciente de cada uno de sus clientes, desde las personas naturales hasta las empresas estatales y los diferentes actores económicos.

Así lo ratificó el ingeniero Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), al intervenir en el programa Mesa Redonda, para continuar aclarando dudas e inquietudes de la población respecto al proceso que se implementa desde principios de este mes.

Acerca de la interrogante de si la bancarización es la causante del problema que se vive, o podría estar siendo la solución, señaló, como se ha explicado en programas anteriores, que hoy el servicio de la red de oficinas bancarias es crítico por varias razones, objetivas y subjetivas, pero principalmente por la demanda de dinero en efectivo.

«Es creciente la demanda de efectivo contra unos ingresos en efectivo que no respaldan el quehacer de cada una de las sucursales. Por lo tanto, impone en el sistema bancario un mayor nivel de flujo y de organización, con una logística que tiene que emprender en todo este sentido», explicó.

Dentro de esas acciones organizativas y estratégicas, precisó, la bancarización es una de ellas, la cual se encuentra en un proceso inicial de información, de ir a cada uno de los clientes para conocer sus necesidades, así como explicar las facilidades de determinados servicios financieros.

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