Redacción Informativa
La larguísima cadena que le cuelga a Acopio podría argollar mejor el surco a la mesa, aun cuando los rendimientos en el campo vayan cuesta abajo y la demanda de alimentos, cuesta arriba. El cómo, también se explica desde una cadena, cuyo último eslabón (o primero) se ajustó la semana pasada: “se concilió una deuda de 63 millones de pesos y el pago ya está fluyendo, llegaron los primeros siete millones, y antes del 30 de septiembre debe llegarnos al total”.
El nuevo director de Acopio en Ciego de Ávila ya tiene una buena noticia que dar. Y Ariel Nieves Concepción, antes comercial de la entidad, sabe de lo que habla. Si el dinero corre, las producciones también.
El dinero comenzaba a circular por las cuentas de la empresa. Antes, un crédito del banco les había permitido honrar sus compromisos con los campesinos avileños, a falta de que otras provincias cumplieran los suyos.
Los incumplimientos “externos” los obligaban a cerrar enero con más de 130 millones de pesos por cobrar y los efectos se traducían en unos 107 millones por pagar.
Se creó un colectivo laboral en la Empresa Agropecuaria La Cuba, encargado de la comercialización y, sin el impuesto que por decreto cobraba la empresa provincial, lleva sus producciones a otros municipios. Con un camino más corto y más barato, los alimentos han comenzado a moverse, dice, a pesar de que estos no son meses de grandes volúmenes, a diferencia de lo que tradicionalmente se experimenta de mayo a agosto.
Sin embargo, Ariel también reconoce que el trasiego de Acopio ha aumentado por dos causas, relacionadas entre sí. Han tenido asegurado el 98 por ciento del combustible en tarjeta (amén de que el diésel en físico no siempre se comporte así), mientras que para los productores la realidad ha sido más compleja.
“Muchos han optado por comercializar a través de nosotros. No obstante, que se liberaran los precios de productos centralizados, también ha dinamizado la gestión de Acopio”, afirma al secundarlo con un dato que en el actual contexto se ha convertido casi en mérito. “Somos una empresa que no tiene pérdidas”.
Hacia el interior de los 107 mercados (más 28 arrendados), ello se traduce en menos mermas y administradores más implicados en su gestión, a partir de la relación directa con sus salarios.