Por Héctor Izquierdo Acuña
Varias fueron las visitas realizadas por el Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, al territorio moronense. Así, entre 1959 y 2002 el Comandante en Jefe estuvo en Morón en más de 10 ocasiones, siempre interesado en el desarrollo económico, político y social del territorio así como en las obras que en esta tierra se levantaban para el futuro.
Se recuerda por algunos testimoniantes que su primera visita tuvo lugar a propósito de la desaparición de Camilo, cuando Fidel dirigió un puesto en la Isla de Turiguanó desde donde se realizaba la búsqueda de Camilo Cienfuegos tras su desaparición física.
Pocos años más tarde, el 26 de enero 1965 regresó a Morón para recorrer varios centros económicos de importancia como la granja Raúl Cervantes, en el central Patria o Muerte, donde observó el trabajo de las combinadas cañeras soviéticas. También visitó en esa ocasión la granja Mariana Grajales, en Ceballos, en la cual valoró con los obreros y técnicos la necesidad de incrementar la siembra de cítricos, y el empleo de novedosas técnicas. Asimismo, en la Isla de Turiguanó apreció el desarrollo de la ganadería en esa región del norte moronense.
Asimismo, durante el recorrido realizado por el Comandante en Jefe por Morón en 1978 constató los avances del hospital General Docente Roberto Rodríguez, el hotel y la Escuela Formadora de Maestros que se edificaban en el territorio.
Fidel tenía la costumbre de preocuparse y ocuparse de los estragos causados por cualquier fenómeno meteorológico en nuestro país. Aún muchos lo recuerdan a propósito del huracán Flora y de otros muchos ciclones que dejaron grandes pérdidas en nuestro país. El huracán Kate no fue la excepción y la vista de Fidel, no solo al hospital de Morón, sino a muchas otras partes del país, levantó la autoestima de la población e hizo crecer su esperanza en una pronta recuperación.
El Jefe de la Revolución visitó el pedraplén de Turiguanó a Cayo Coco el 21 y el 22 de septiembre de 1989 para recorrer la obra y además visitar los cayos Coco, Guillermo y Paredón Grande.
Años precedentes, en 1987, Fidel en persona abanderó a los contingentes Héroes de Cuito Cuanavale y Roberto Rodríguez, cuyos obreros se involucraron directamente en la creación de toda la infraestructura original, necesaria para el posterior desarrollo turístico de esa zona.
Cuatro años después, el 12 de noviembre de 1993, Fidel visitó Cayo Coco, esta vez para inaugurar el Hotel Guitar-Cayo Coco, primera instalación turística de la Cayería Norte avileña y que aún se mantiene ofertando sus servicios, como mudo testigo de la impronta que el comandante le imprimió. El 28 de julio de 2001, inaugurará el Hotel Senador.
Hoy el archipiélago Jardines del Rey exhibe una bien ganada fama internacional. Muestra de ello es la amplia red hotelera que aún se construye en los cayos Coco y Guillermo, a los cuales ya se suma cayo Paredón Grande.
En 1997, a raíz de un grave accidente ferroviario ocurrido cerca del poblado de Majagua, Fidel visitó el hospital Roberto Rodríguez en 1997, visita que mostró el humanismo y la constante preocupación de Fidel por el pueblo, pues estuvo motivada por su interés de conocer el estado en que se encontraban los numerosos heridos de un lamentable accidente ferroviario ocurrido el 10 del propio mes de febrero, al oeste de la ciudad capital de la provincia.
Fidel también estuvo presente en Morón durante la inauguración de la Academia de Artes Plásticas Raúl Martínez, una institución que si bien ya no existe de manera funcional, preparó a cientos de adolescentes con el legado del comandante como divisa.
El hecho tuvo lugar el 26 de julio del año 2002, cuando ya era necesario abrir una Academia donde pudieran prepararse los talentos del municipio y el resto de la zona norte de la provincia, en las diferentes especialidades de las artes plásticas.
El 25 de noviembre de 2016 a todos los cubanos los embargó una sensación de tristeza y, al mismo tiempo, de inmenso orgullo. De tristeza, porque ese día marcó la partida física del líder histórico de nuestra Revolución, Fidel Castro. De orgullo, porque precisamente ese 25 de noviembre, uno de los hombres más grandes que dio el siglo XX entró en la eternidad luego de desandar durante poco más de 90 años los senderos de la historia. Por eso, resulta indispensable regresar una y otra vez al legado de este gigante que vivirá por siempre en el alma del pueblo cubano.