Granma/22 de mayo de 2021
¿Quién pondría en duda que el enfrentamiento a la epidemia de la COVID-19 es uno de los problemas más difíciles que enfrenta la civilización? Las tácticas y estrategias que Cuba piensa y acomete día a día en esa lucha por la vida son una escuela inolvidable, que deja lecciones para el funcionamiento de la sociedad toda.
Un problema puntual puede llevar a conceptos como el que compartió el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República,
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la reunión del Grupo temporal para la prevención y control del coronavirus, la cual también estuvo encabezada por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y por el secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central, Roberto Morales Ojeda.
«Un problema complejo, apuntó el Jefe de Estado, no se resuelve con mala organización. Exige mucho control y mucha precisión». Lo dijo ante la evidencia de un escenario epidemiológico que se muestra crecientemente adverso, porque, en su entender, «hay un grupo de señales que nos están diciendo que tenemos una complicación que no es usual para la manera en que nosotros hemos estado enfrentando la pandemia».
Entre las señales, el dignatario mencionó la inestabilidad mostrada por un grupo de provincias en el enfrentamiento a la COVID-19. Ilustró ese fenómeno como una trayectoria en la cual se avanza y se retrocede. Habló de territorios que, cuando parece que irán saliendo, vuelven a caer en situaciones difíciles. Al respecto mencionó a las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Camagüey.
En algunos territorios, cuando los signos han sido de mejoría, de pronto un evento institucional lo echa todo por tierra. A propósito de esa realidad, el Primer Secretario razonó que «a estas alturas, con lo que hemos aprendido», era para que las cifras de los eventos institucionales hubiesen sido llevadas a la expresión mínima.
En cuanto al deterioro de indicadores, Díaz-Canel habló de «insatisfacciones», porque Cuba está trabajando para, además de proteger a su población, ser un referente de lo que puede hacer un país contra la pandemia. «El esfuerzo que se ha hecho aquí es para eso; lo hemos podido lograr por momentos. ¿Por qué vamos a retroceder con todo lo que hemos aprendido y hecho?», enfatizó.
El número de los pacientes graves y los críticos, los ancianos o niños que contraen la COVID-19 y que lo han hecho por negligencia familiar o social, también fueron temas abordados por el mandatario, quien preguntó si el país tiene, o no, potencialidades –a partir de sus consultorios del médico de la familia, de los profesionales de la Salud ubicados en policlínicos, o de los estudiantes de Ciencias Médicas– para obrar la prevención y evitar que muchas personas vulnerables enfermen. Aquí el problema es de trabajo, de cómo se gobierna, de sistema de Salud, de los organismos, y también de la familia que debe tener en sí mucha responsabilidad, recalcó Díaz-Canel Bermúdez.