Al cierre del año 2024, la tasa de mortalidad infantil en Cuba se mantiene en 7,1 por cada mil nacidos vivos, resultado del constante esfuerzo para proteger la salud de cada embarazada, puérpera e infante en el país, informó el Ministerio de Salud Pública en su sitio web.

De acuerdo con datos preliminares proporcionados por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud, en el año recién concluido, en el territorio nacional se reportaron 71 374 nacidos vivos, lo cual significó 19 075 nacimientos menos que en 2023, una realidad que impone retos adicionales para la dinámica demográfica.

En medio de tantas complejidades a las cuales hizo frente el Sistema de Salud cubano en 2024, los esfuerzos realizados por los trabajadores del sector permitieron disminuir en 133 el número de muertes en menores de un año; también en los menores de cinco años, con 101 defunciones menos, y reducir en seis las muertes maternas.

De acuerdo con la información, en nueve provincias descendió la cifra de fallecidos menores de un año: Camagüey, Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila, Las Tunas, Mayabeque, Matanzas y Cienfuegos, y en 33 municipios no se reportaron fallecidos.

Respecto a la mortalidad materna, destaca que los territorios de Villa Clara –por dos años consecutivos–, Artemisa, Las Tunas y el municipio especial Isla de la Juventud no reportaron ninguna muerte en 2024. De manera particular, fueron 141 los municipios en los cuales no se produjeron fallecimientos relacionados con el embarazo, parto o puerperio.

Sin embargo, pese a esa realidad, la tasa de mortalidad materna, al concluir 2024, fue de 40,6, contra la de 38,7 por mil nacidos vivos que se obtuvo en 2023.

Ante los desafíos que tiene el Sistema Nacional de Salud, se avanza en el camino de perfeccionar y fortalecer el desarrollo del Programa de Atención Materno Infantil, en la evaluación constante de los avances en las acciones que respaldan el objetivo número tres de la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencias y Juventudes, así como en el inicio del proceso de reorganización de los recursos humanos en la Atención Primaria de Salud, a partir de las premisas aprobadas para garantizar, mantener y dar sostenibilidad a la cobertura de la atención médica a toda la población.

(Tomado de Granma)

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