“Esta unificación de todos los sectores femeninos de la Revolución, es constituir una fuerza, una fuerza entusiasta, una fuerza numerosa, una fuerza grande y una fuerza decisiva para nuestra Revolución”, así calificó el Comandante en Jefe Fidel Castro a la Federación de Mujeres Cubanas, FMC, constituida el 23 de agosto de 1960.
Ese día, durante el acto de fusión de todas las organizaciones femeninas revolucionarias en Cuba, Vilma Espín Guillois fue elegida presidenta de la FMC.
En esta nueva y única organización femenina, se integraron la Unidad Femenina Revolucionaria que aglutinaba a un gran número de mujeres campesinas, la Columna Agraria, las Brigadas Femeninas Revolucionarias, los Grupos de Mujeres Humanistas y Hermandad de Madres; asociaciones que hasta entonces agrupaban a las mujeres seguidoras del proceso revolucionario cubano.
La FMC es una organización de masas que desarrolla políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos y niveles de la sociedad.
Desde su creación se trazó como objetivo principal la incorporación de la mujer a la sociedad y al empleo, así como al programa de cambios sociales y económicos en marcha en el país.
El mismo 23 de agosto Fidel indicó esas directrices. Enfocarse a la enseñanza y preocupación por todas las mujeres, sobre todo de las jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban. Y punto esencial resultó la lucha por la emancipación, contra la discriminación y para la consecución de la obra de la Revolución:
Esta organización tuvo el acierto de haber creado las tan necesarias Casas de Orientación a la Mujer y la Familia – integrada por grupos interdisciplinarios de especialistas- con el propósito de ofrecer ayuda a las personas que precisaban saber cómo llevar la vida en familia. Sin dudas un épico quehacer inicial.
Han transcurrido 64 años de la constitución de la FMC. Y las batallas actuales demandan de las federadas una mentalidad y actuar a tono con los cambios en la sociedad cubana y los escenarios circundantes, que devienen desafíos inaplazables.
Las federadas cubanas honran a su organización con el talento, decisión y apego irrestricto a la obra revolucionaria, como una fuerza indestructible con la siempre podrá contar la máxima dirección del país.
(Redacción Informativa R.M)