Según consta en la causa No. 39 del 18 de febrero de 1942, Alfredo Álvarez Mola fue acusado de “falta de respeto” por dos agentes del desgobierno de turno, al rechazar firmemente una humillación. No resultó una casualidad, pues, que frente al golpe de estado del 10 de marzo de 1952 haya estado en contra de aquel acontecimiento.

Nacido en Ciego de Ávila el 21 de agosto de 1922, niño aún es trasladado por sus padres a la ciudadde Camagüey.

Al repasar su vida revolucionaria, aparece su militancia en el clandestino Movimiento Nacional Revolucionario, en la Juventud Ortodoxa (a la izquierda del Partido al que perteneció Fidel Castro) y, marcadamente, en el Movimiento Revolucionario 26 de julio (MR 26-7). Simultáneamente, se destaca como dirigente en el Sindicato Bancario, donde estuvo trabajando y enfrentó la camarilla de la Central Sindical Amarilla (CTK) (no revolucionaria, oficialista).

“En cierta ocasión ― recuerda en una entrevista que se le realizara José L. de la Guardia García, compañero cercano suyo ― los bancarios de La Habana se lanzaron a la huelga y fueron despedidos. Inmediatamente que Alfredo tuvo conocimiento del problema, convocó a los trabajadores de su sector a una huelga en apoyo a los colegas de la capital. Enterados los militares del objetivo, ocupan los bancos y, no obstante, por la insistencia de Alfredo, se logró un paro de un minuto como símbolo de solidaridad”.

Siendo ya Responsable de Finanzas de la Sección Obrera del Movimiento revolucionario 26 de Julio (MR 26-7) y continuando como dirigente activo de los trabajadores bancarios, encabeza la huelga que los empleados del sector llevaron a cabo el 5 de agosto de 1957, en pro­testa por el asesinato de Frank Pais. Otro tanto hizo al calor de la Huelga del 9 de abril de 1958, cuando volvió a relucir su tenacidad y entusiasmo.

Pasada la fecha, subió a la Comandancia de Fidel, quien le orienta abrir un frente en la Sierra de Cubitas. Una vez de regreso a Camagüey ― afirma el propio de la Guardia en la citada entrevista ― le dice a sus compañeros: “No es solo quitar a Batista, sino hacer una verdadera Revolución, como lo soñó José Martí”.

Fue Coordinador Municipal y Jefe Provincial de Abastos del MR 26-7. Con fundamento, en la causa 502 de 1958, del 12 de julio del mismo año, se le acusa de enviar medicamentos y otros útiles para la guerrilla; mientras que en la investigación que los órganos represivos de la tiranía llevaron a cabo contra los esposos Miranda García, se le reconoce como uno de los principales líderes del movimiento revolucionario en la región.

Tras no poder llevar a vía de hechos los propósitos en la Sierra del Norte de Camagüey a causa de un traidor, de nuevo busca el corazón de la lucha para que Fidel decidiera qué otra tarea era necesaria hacer. Entonces, conoció al Comandante Camilo Cienfuegos y se incorpora a la columna No. 2 Antonio Maceo.

Recordando esos tiempos, Camilo, en el mencionado discurso, subrayó: “Gracias a él, la columna Antonio Maceo logró llegar hasta el Río San Pedro. Alfredo salió con nosotros desde la misma Sierra Maestra. Diariamente salía a explorar, salía a buscar prácticos, salía a buscar comida, pues era uno de los pocos hombres que conocía la zona”.

/Redacción Informativa)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *