INSMET
Junio constituye el segundo mes del período lluvioso en Cuba y es como promedio el más lluvioso del año en el país. Una parte considerable de los acumulados de precipitación se produce asociada a eventos lluviosos de varios días de duración, los que ocurren principalmente en las primeras dos decenas del mes.
Las precipitaciones dependen de la influencia de los sistemas propios de la zona tropical, tales como las ondas y las bajas tropicales, y de su importante interacción con sistemas de latitudes medias. La afectación directa de los ciclones tropicales es poco frecuente, pero cuando ocurre suele producir grandes precipitaciones.
También en este mes se producen lluvias asociadas al calentamiento diurno que generalmente se acompañan de tormentas eléctricas. El período de gran actividad de las mismas comienza en junio, aunque no se inicia simultáneamente en todas las regiones del país. Este se manifiesta por un gradual incremento de la actividad hacia zonas del interior del país, durante la tarde y las primeras horas de la noche.
El actual evento El Niño – Oscilación del Sur (ENOS) continúa su debilitamiento. Las anomalías positivas (cálidas) de la temperatura superficial del mar siguen debilitándose, aunque todavía se observan desde la región centroriental hasta la central del océano Pacífico, donde se localizan los mayores valores. Las anomalías de la temperatura subsuperficial del mar disminuyeron también significativamente desde noviembre hasta alcanzar valores negativos, propio del debilitamiento de este evento ENOS. Los indicadores atmosféricos también son consistentes con este debilitamiento.
La mayoría de los modelos prevén que el presente ENOS finalice entre mayo y junio, estableciéndose las condiciones neutrales. Existen altas probabilidades de que un nuevo evento La Niña – Oscilación del Sur (AENOS) se desarrolle a partir de agosto.