Román Romero López/
Un apasionante recorrido desde tierra firme hasta la cayería norte de la provincia Ciego de Ávila, o al revés, es parte de los atractivos del destino turístico Jardines del Rey, con un pedraplén que enlaza el poblado de Turiguanó y Cayo Coco, al “surcar” 17 kilómetros (km) del mar y ofrecer una primera impresión a los viajeros que arriban por el espacio terrestre.
Mantener la seguridad en el traslado por esa vía constituye una prioridad, de manera que se garantizan frecuentes mantenimientos, a cargo de brigadas especializadas del Contingente Roberto Rodríguez Fernández (El Vaquerito) y la Empresa de Construcción y Montaje del territorio avileño.
Es una obra insigne, creada por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y conservarla en buen estado representa orgullo y compromiso para los trabajadores, caracterizados por un gran sentido de pertenencia.
El Vaquerito asume los movimientos de tierra que se efectúan como parte de la restauración de las escolleras, los paseos y puentes, lo que exige la profesionalidad de una comisión de topografía integrada por topógrafos, cadeneros y portamiras, para mantener el trazado y los niveles del vial, según explicaron a la Agencia Cubana de Noticias especialistas de la entidad.
La calidad en la ejecución de los arreglos está relacionada con la tipología de las rocas que se emplean, extraídas de una cantera ubicada en Las Grullas, en el municipio Florencia, distantes a unos 60 km, sin embargo, son las que reúnen los requisitos técnicos.
Esta brigada se ha especializado en esos mantenimientos, por lo general extendidos durante un año debido a sus complejidades, y en la cual desempeñan un rol decisivo los operadores de equipos pesados como buldóceres, motoniveladoras y cilindros compactadores.