Uno de los hechos más trascendentales de las gestas independentistas en el territorio avileño fue, sin duda, el asalto al entonces poblado de Ciego de Ávila, actual capital provincial, encabezado por el Mayor General Máximo Gómez Báez.

Quien mejor que el historiador de la ciudad, Ángel Cabrera Sánchez, para comentar sobre la fecha exacta del asalto, pues asegura que con el decursar del tiempo y la profundización de las investigaciones, este aspecto fue llamando cada vez más la atención de los historiadores.

Máximo Gómez, artífice y ejecutor principal del significativo hecho, escribe en su Diario de Campaña que sucedió el 27 de abril de 1876. Sin embargo, en varias publicaciones de la época en que aún vivían los veteranos, se afirma que el asalto fue en otro día y otro mes: 26 de mayo.

En más de una ocasión, la búsqueda de la verdad histórica referida al hecho en cuestión fue colocada en primer plano en el quehacer historiográfico local. Luego de aportar varias pruebas se concluyó que el asalto ocurrió el 26 de mayo.

Como peculiaridad este historiador subraya que en Gómez el concepto sorpresa alcanza una expresión cimera en el ataque a Ciego de Ávila; golpea al enemigo en un bastión que consideraban inexpugnable, revela audacia extrema e iniciativa al utilizar la noche lluviosa para ejecutar su plan. En el aspecto político, la acción también fue relevante al desafiar un complicado sistema defensivo.

El poblado estaba convertido en un fortificado dispositivo militar del que formaba parte una alta cerca de jique, nueve fuertes y puertas de acceso que al caer la tarde eran cerradas. En él radicaba la Comandancia General de la Trocha Militar de Júcaro a Morón, principal sistema defensivo de su tipo construido por la España colonial en toda la América Latina.

Varias son las versiones localizadas hasta el presente sobre el asalto, pero este historiador asegura que su éxito rotundo pudo estar condicionado en gran medida, además de la acertada dirección del Generalísimo y de la valentía de los mambises, por dos factores: la información que debió ser brindada a Gómez por los agentes independentistas de Ciego de Ávila, con los que personalmente tenía relaciones desde hacía más de un año y el conocimiento exhaustivo de la ciudad y sus fortificaciones por José Gómez Cardoso, jefe de uno de los tres regimientos de caballería que irrumpieron indeteniblemente en la fortificada plaza.

(Granma)

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