Cubadebate/Redacción Informativa
“Esta última sesión de la Asamblea del 2023 puede marcar el inicio de una nueva tendencia en el comportamiento de la economía cubana”, afirmó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la clausura del segundo periodo ordinario de sesiones del Parlamento en su décima legislatura, en el Palacio de Convenciones.
Díaz-Canel señaló que, en medio de profundas distorsiones y deformaciones estructurales que marcan el desempeño económico, afectado por el recrudecido bloqueo estadounidense, los efectos de la crisis en las relaciones económicas internacionales y nuestros propios errores, “una vez más, todo dependerá de la capacidad que tengamos de ejecutar e implementar adecuadamente las medidas aprobadas aquí”.
“‘Economía de guerra’ la hemos llamado, porque debe operar en un escenario de política de máxima asfixia diseñada y aplicada contra un pequeño país por el más poderoso imperio de la historia”, dijo el mandatario, recordando que somos una nación del Tercer Mundo, marcado por la herencia del colonialismo y una larga y multifacética crisis agravada por guerras y desajustes consustanciales con la desigualdad que genera el capitalismo neoliberal y que profundizó la reciente pandemia.
“Llamo la atención de aquellos que prefieren que soslayemos el término bloqueo. Ojalá fuera sacarlo de nuestra cotidianidad y borrar sus amenazas y sus efectos sobre la sociedad cubana. Hacerlo equivaldría a actuar como aquellos que hoy pretenden negar el genocidio israelí en Gaza cuando las bombas sionistas caen sobre barrios, escuelas y hospitales con el criminal propósito de exterminar a ese pueblo.
El presidente cubano destacó que durante los debates de estos días en el Parlamento se ha hablado crítica y autocríticamente de los errores cometidos, que “forman parte también de la complejidad en la toma de decisiones en un contexto de tensiones extremas.
“Es importante señalar también que la falta de control y defensa de las normas que se aprueban y el inadecuado funcionamiento de entidades estatales responsables de ejecutarlas, han afianzado los errores. Corresponde ahora avanzar en la rectificación paulatina”.
Apuntó que la coincidencia de estas problemáticas y su acumulación en el tiempo han facilitado la presencia de fenómenos y manifestaciones negativas en la sociedad cubana que no deseamos.
En el 65 aniversario de la Revolución, añadió, “vamos a celebrar nuestra voluntad de cambiar lo que debe ser cambiado, para mantener y superar las conquistas sociales que la Revolución convirtió en derechos del pueblo. Vamos a celebrar nuestra independencia, nuestra soberanía y nuestra libertad.
“Este es la revolución de Fidel, de Raúl, de Ramiro, de Guillermo, de Machado, de la heroica generación del Centenario del Apóstol, cuyas ideas nos siguen inspirando. Y es la revolución de todos los que estamos en esta sala para hacer valer la voluntad del pueblo, digno y rebelde, que nos honra representar”, dijo Díaz-Canel.
Llamó a, juntos, hacer posible el sueño de derribar la política de persecución contra el país y avanzar en el ideal de prosperidad para el pueblo.
“Se impone la voluntad de trabajar, el afán de avanzar, la disposición de perfeccionar y la convicción profunda de que vamos a vencer”, añadió, y concluyó con un “¡Patria o muerte!”, respondido con un atronador “¡Venceremos!” por todos los presentes en el plenario de la Asamblea Nacional.