El 8 de noviembre de 1868, cuando apenas iniciaba la Guerra de los Diez Años, el patriota Nicolás Hernández Moreno, se incorporó a las fuerzas al mando del coronel camagüeyano Manuel de Jesús Valdés Urra, Chicho, que había establecido su campamento en el lugar conocido como La Ceja o El Trapiche, en territorio del actual municipio de Ciro Redondo.
Lo acompañaba su sobrino Simón Reyes Hernández, niño aún, quien años después alcanzó el grado de Coronel del Ejército Libertador y cuya actividad militar, pericia e intrepidez hicieron que se le conociera como el Águila de la Trocha. En esa misma fecha se habían levantado en armas otros patriotas que devinieron figuras cimeras de la historia avileña, como los hermanos Marcial, Felipe y José Gómez Cardoso.
Tuvo su bautismo de fuego el 5 de diciembre de 1868, cuando el campamento de la fuerza insurrecta fue atacado por el coronel español Manuel Sánchez Lámela, teniente gobernador de Morón, en una acción desfavorable para las armas cubanas.
Durante la Guerra Grande, El Tocayo, como se conocía a Nicolas Hernández, se enfrentó a las huestes españolas en combates trascendentales como el de Buey Sabana, La Vega, Los Chincheros, Jimaguayú, Las Yeguas, la toma del Polvorín de Nuevitas, Naranjo-Mojacasabe, Batalla de las Guásimas; y ya en territorio avileño, el asalto al poblado de Chambas y la destrucción del fuerte del embarcadero de Morón, entre otros. Terminó la contienda con el grado de Comandante.
Como muestra de la trayectoria militar, el general mambí Enrique Loynaz del Castillo lo calificó en sus Memorias de la Guerra como uno de los leones de la Trocha. Culminó la contienda con el grado de Coronel.
Al concluir la guerra residió en la ciudad de Morón, lugar donde falleció el 26 de marzo 1929. Por su fecunda vida y demostrado patriotismo en aras de alcanzar la independencia y la soberanía de Cuba, es considerado el Patriota Insigne de Morón.
(Lic. Héctor Izquierdo Acuña)