Llamil Ruiz González/21 de enero de 2023
Aunque la captura de aves silvestres y su posterior puesta en cautiverio ya se ha convertido en un problema cultural en nuestro país, son muchas las implicaciones que este acto pudiera tener tanto para la especie en sí, sobre todo en un proceso tan importante como es la reproducción, como para los ecosistemas donde habitan.
De acuerdo con las declaraciones de Odey Martínez Llanes, especialista de la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna en la cayería norte de Ciego de Ávila, muchas personas se adentran en esta práctica a modo de entretenimiento pero luego lo convierten en un negocio por los dividendos económicos que les puede proporcionar.
No obstante, como la mayor cantidad de aves capturadas son machos, tanto por sus vistosos colores como por su trino, el proceso de reproducción se afecta pues las hembras que regresan a sus lugares de cría encuentran menos ejemplares masculinos con los atributos adecuados que garanticen descendientes más fuertes y aptos para la vida.
Comprender todos estos factores resulta indispensable para tener más clara la magnitud de la afectación que se les causa a determinadas especies con la caza indiscriminada de las mismas, una actitud que finalmente pudiera provocar su extinción si no somos capaces de rectificar nuestro modo de actuar y comenzamos a respetar la vida.