Llamil Ruiz González

El productor agropecuario Julio de Armas Castillo se ha convertido en referente en cuanto al aprovechamiento y productividad del organopónico que atiende en calidad de arrendatario, en el Consejo Popular Patria del municipio avileño de Morón, pese a la escasez de insumos necesarios que afectan dramáticamente la producción agrícola en todo el país.

Sin embargo, apenas dos operarios, incluido él, bastan para garantizar las atenciones culturales en casi dos hectáreas de tierra, de manera que este organopónico, a diferencia de otros similares dentro y fuera del territorio moronero, se mantiene produciendo hortalizas y otros vegetales durante prácticamente todo el año.

El empleo de las prácticas agroecológicas se ha convertido en una necesidad para la agricultura urbana, suburbana y familiar, y Julio de Armas es una muestra de todo lo que se puede lograr a través de su implementación racional, particularmente con el humus de lombriz, el estiércol vacuno y la tabaquina, entre otros, que le aportan un valor agregado a sus producciones.

Amor por la tierra, constancia y compromiso son las premisas que marcan el trabajo de un hombre cuyos resultados lo diferencian de otros productores durante los doce meses del año; una forma de pensar y de hacer que debe ser multiplicada por quienes aspiran a que en nuestro país se produzca el alimento que necesita el pueblo.

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