Por Héctor Izquierdo Acuña
El siglo XX comenzó para el territorio de Morón en difíciles condiciones: la guerra del 95 había destruido su base económica y sumido en la miseria a sus pobladores. Esta situación se acrecentaba debido a las secuelas de la reconcentración dictada por el Capitán General Valeriano Weyler.
Ante el deprimente escenario, una comisión de importantes personalidades de Morón se entrevistó el 23 de noviembre de 1905, con el entonces presidente de la República Tomás Estrada Palma, con el objetivo de solicitarle protección y ayuda para el territorio..
La comitiva estuvo conformada por el general del Ejército Libertador Joaquín Castillo López, Francisco Duque Estrada, Manuel Rivacoba Altuve, y el doctor Pedro Guillermo Subirats Quesada.
Estrada Palma planteó que la ayuda para el desarrollo económico de Morón vendría de la mano de José Miguel Tarafa, en inversiones en los ferrocarriles, algo que solo se consolidó más de una década después con el establecimiento de los talleres ferroviarios y de los Ferrocarriles del Norte de Cuba.