Tomado de Invasor/29 de abril de 2021

Para el movimiento obrero en Ciego de Ávila, como el de toda Cuba, los últimos meses no han sido propicios para destacar el cumplimiento de metas en el ámbito productivo y de los servicios a causa del negativo impacto de la COVID-19; no obstante, muchos sí han sobresalido en el enfrentamiento de la primera línea a la pandemia, incluso a riesgo de sus propias vidas.

Es por ello que el secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la provincia reconoció a un grupo de estos hombres y mujeres, así como a colectivos laborales que desempeñaron un papel decisivo en el éxito de la tarea fundamental en que actualmente está inmerso el país.

El acto de imposición de altas condecoraciones y reconocimientos fue presidido por Nexy Véliz Naranjo, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), y Héctor Benítez Mora, secretario general del Comité Provincial de la CTC en el territorio, quienes impusieron la Medalla Hazaña Laboral a un grupo de ocho trabajadores del sindicato de la Salud con relevantes trayectorias, integrantes del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve”.

Además, a propuesta del Secretariado Nacional del Sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte, recibieron el certificado de Proeza Laboral los colectivos de la Escuela Pedagógica Raúl Corrales y el Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas (IPVCE) Cándido González, por mantener relevantes resultados en la lucha contra la enfermedad contagiosa que actualmente azota al mundo.

Igualmente, reconocieron a un grupo de 13 avileños de estos organismos que asumieron diversas funciones en centros hospitalarios y de aislamiento con el Sello Valientes por la Vida. La Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, como centro laboral, también.

Por única vez, el Secretariado Nacional de Trabajadores de la Salud instituyó el Sello Mérito al Humanismo, Sensibilidad y Solidaridad, el cual lo recibieron cinco profesionales avileños del imprescindible sector con una actitud relevante en la batalla contra el virus.

El agasajo también llegó a los profesionales de la prensa Sayli Sosa Barceló y Pastor Batista Valdés, quienes fueron ganadores en la XXXVIII edición del Premio Periodístico Primero de Mayo. La multipremiada colega del periódico Invasor recibió el lauro en el apartado de prensa escrita con el trabajo Agroindustrial Ceballos: Ajustadísimas matemáticas, mientras que el reportero de la revista Bohemia formó parte del colectivo de autores que mereció el Gran Premio por el reportaje: La Isla se aísla.

Benítez Mora extendió la felicitación a todos los condecorados por los loables esfuerzos en el enfrentamiento a la COVID-19, exhortó a avanzar en la producción de alimentos y la sostenibilidad de la economía en el territorio, además de llevar a vías de éxito por el proletariado avileño los acuerdos del recién concluido 8vo. Congreso del PCC.