Autor: Leonel Iparraguirre González
7/4/2021

Ernestina y Martina Mendivil Vázquez, no sólo son hermanas, sino además gemelas, de esas que se confunden por su parecido físico, de rostros similares y también con el distintivo de tener un carácter afable, cariñosas y comunicativas, con un idéntico timbre de voz. Pero ambas han demostrado a lo largo de más de cinco décadas que también las une la vocación, el amor y la sensibilidad por los niños.

Aunque no se consideran fundadoras de los Círculos Infantiles en Morón, puede afirmarse que solo habían transcurrido ocho años de la apertura en la ciudad de la primera instalación de este nivel de enseñanza, cuando ingresaron al colectivo del círculo Lucero del Alba.

“Éramos muy jóvenes, apenas teníamos 15 años, y sin arribar a la edad laboral, nos aceptaron, como auxiliares de cocina y de limpieza, respectivamente”, comentan orgullosas de haber formado parte de aquel primer grupo que inauguró el sistema de Círculos Infantiles en la localidad.

El tema les resulta interesante, pues sin muchas indagaciones, Ernestina y Martina comienzan a contar relatos de aquellos primeros momentos, cuando asistieron a un curso de adiestramiento que se impartió en la ciudad, ante la novedosa noticia de que abrían sus puertas estas nuevas instalaciones.

Poco después ambas se prepararon en un curso para Auxiliares Pedagógicas, seguido de cinco años para formarse como educadoras. “Pero eso no termina ahí, sin que no tardamos en comezar la licenciatura”, asevera Martina.

Cuentan que los primeros años laboraron en la sala de Lactantes en el Círculo Infantil Tiernos Capullos, porque dicen que “siempre hemos preferido trabajar en edades tempranas”.

Han transcurrido los años y vienen a la memoria anécdotas, iniciativas, celebraciones y reconocimientos. Con evidente emoción estas gemelas manifiestan que les resulta muy enaltecedor que muchos profesores, médicos, ingenieros, técnicos, y personas que realizan otras muchas profesiones, les expresen su cariño y respeto en un inesperado encuentro en la calle, porque las recuerdan como las educadoras que los atendieron en el Círculo Infantil.

“… y recordamos entonces cuando ellos llegaron a esas instalaciones todavía si saber hablar, caminar, ni comprender, y que nos correspondió trabajar con ellos, y ahora nos encontramos como destacados profesionales”, alegan.

Ernestina y Martina, ya jubiladas, no pierden la vocación, y han decidido formar parte del ejército de Trabajadores por Cuenta Propia, como Cuidadoras de Niños.

En ocasión del aniversario 60 de la creación de los Círculos Infantiles son merecedoras del respeto, la admiración y el reconocimiento. Felicidades.