Tomado de RHC/16 de marzo de 2021
Tras más de seis meses de una temporada atípica entre bolas y strikes, el béisbol de Cuba exhibe los nombres de sus últimos sobrevivientes: Matanzas y Granma, protagonistas de un epílogo inédito.
La carrera por la corona está en pausa debido a casos positivos a la Covid-19 en la tropa granmense, pero la expectativa levanta pasiones y advierte rivalidad, aunque todavía se desconoce la fecha de comienzo de la pugna.
‘Estamos a la espera de nuevas pruebas PCR’, manifestó el director Carlos Martí sobre la situación sanitaria de los suyos. ‘La palabra de orden es disciplina y nada más que salgamos de esta situación iremos a entrenar’, agregó en declaraciones a la televisión nacional.
La historia no recoge ningún tope de cierre entre Cocodrilos, monarcas vigentes, y Alazanes; empero, ambas selecciones suman enfrentamientos entre sí en etapas de playoffs, lo cual aviva el morbo y abre espacio a la revancha.
El libro de relatos revela que este será el tercer choque de postemporada entre ellos, con saldo de 2-0 para el plantel de Martí, quien, vale advertir, cada vez que pasó por encima de Matanzas terminó con el trofeo de campeón en sus brazos.
Granma posee balance favorable de 8-4, tras someter a su rival de turno en las semifinales de las Series 56 (4-3) y 57 (4-1), en las cuales luego superó a Tigres de Ciego de Ávila (4-0) y Leñadores de Las Tunas (4-3), por ese orden.
No obstante, los Alazanes enfrentarán próximamente a unos Cocodrilos que aprendieron a ganar, algo que quedó demostrado en la campaña anterior, cuando sentenciaron 4-2 a los Toros de Camagüey en un adiós electrizante.
La misma generación matancera -bajo la guía otra vez del mentor Armando Ferrer- que ahora renació como ave fénix ante los tuneros, con cuatro victorias en línea después de comenzar debajo 0-2, en el estadio José Antonio Huelga, sede de la ‘burbuja’ de la provincia de Sancti Spíritus.
En cambio, los Alazanes avanzaron a la instancia hace más de tres semanas, luego de enterrar -también 4-2- las ilusiones de los Vegueros de Pinar de Río en el diamante del Huelga, un espacio que se maneja como opción para albergar la última fase del certamen.