Tomado de Invasor/23 de marzo de 2021
El día en que salió positivo un trabajador del Hogar de Ancianos de Morón, Xiomara Vidal Herrera se echó a llorar. Llevaban más de un año trabajando a puertas cerradas (15 días antes de recibir la indicación ya no permitían visitas ni dejaban salir a los abuelos) y nada era más importante allí adentro que una buena pesquisa diaria. “No me lo podía creer porque habíamos trabajado muy duro. Todavía no me lo creo”, dice y se le mojan las pestañas.