Melissa Lorenzo Comesaña
No hay dudas de que a Enrique Gabriel Juncos lo mueve el pensamiento martiano. Como a José Martí, que pensaba que “los niños son la esperanza del mundo”, a este hombre la infancia le merece cualquier gesto o sacrificio. En la sala de Servicios de Pediatría del Hospital Provincial General Docente Roberto Rodríguez de Morón lo han comprobado.