Por Leonel Iparraguirre González
Un cuadro gigante con la técnica de pincel, de esmerados trazos, sobre un paisaje del campo cubano, dio la bienvenida durante muchos años a quienes visitaban la Empresa de Comercio y Gastronomía de la ciudad de Morón. En la parte inferior una intraducible rúbrica daba el crédito del autor. Cierto día pregunté y me respondieron que un pintor de apellido Lorenzo.