Por Arquímedes Romo Pérez

Tras 10 años de éxitos rotundos en los más selectos escenarios de Europa y el medio oriente, la pareja Díaz-Pacheco regresa a Cuba, donde recibe reconocimientos y homenajes. Mientras que Franck Pacheco es reconocido por las autoridades de Marianao, Vivian, además de su presentación en Morón, es proclamada por la prensa nacional como la artista mejor vestida del mundo, razón por la cual participa en el Liceo de La Habana, en la tradicional “Fiesta del Mantón”, en la cual exhibe 12 modelos de su selecto vestuario considerados como el último grito de la moda europea.

Al respecto el periódico “Diario de la Marina” publica la siguiente nota: “La notable artista Nena Díaz integrante de la pareja de bailes Díaz-Pacheco, que con gran éxito se presenta en la Feria Internacional de Muestras, ha organizado una gran exhibición de su vestuario para la noche de hoy. Modelos de última novedad que actualmente se usan en las grandes capitales europeas y que son propiedad de la elegantísima artista. Toda la ropa de Nena Díaz, ha sido confeccionada por los mejores modistos de París, y esta noche presentará doce modelos de trajes para la tarde y la noche durante el desarrollo de la Fiesta del Mantón”.-

Después de esta visita a la patria que los acoge como figuras cimeras del arte danzario, Nena y Franck retornan a Europa, y en 1940 la prensa internacional difunde una singular foto en la que se muestra a Vivian, sobre una silla, cuando exhibe su pasaporte de tres y medio metros de longitud y que se le considera como el mayor del mundo. En ese documento de viaje se recogen 157 visados de 42 países, entre los que se cuentan: Panamá, Argentina, Perú, Ecuador, Brasil, México, Estados Unidos, España, Francia, Canadá, Rusia, Suiza, Dinamarca, Holanda, Noruega, Bélgica, Austria, Inglaterra, Egipto, Japón y Alemania en diversas oportunidades.

Según relata Franck Pacheco al periódico “La Farándula” de La Habana, en 1959, encontrándose la pareja en Bélgica en 1941, después de una función y mientras descansan en el hotel donde se alojan, ambos son detenidos por varios agentes de la Gestapo nazi vestidos de paisanos y conducidos a un lugar fuera de la capital. Las relaciones diplomáticas entre Alemania y Cuba no existen y las autoridades les expresan que dados los cuatro años que llevan de permanencia en Alemania, tienen derecho a acogerse a los beneficios de iniciar los trámites para acogerse a la ciudadanía alemana y quedar liberados, a cuya propuesta ambos se niegan, se les mantiene detenidos, son acusados de espías y conducidos a distintos campos de de concentración nazi.

Agrega Pacheco en su entrevista con “La Farándula”, que Vivian es enviada al campo de trabajo forzado de Boderni, situado en territorio belga, muy próximo a Holanda, lugar en el cual es internada durante 33 meses, mientras que él es conducido a otro campo de trabajo en territorio alemán. Desde ese momento ambos pierden el contacto, no tienen ningún tipo de comunicación, incluso, se les niega la posibilidad de hacer contacto con sus familiares en Cuba.

Agrega que en este cautiverio, Vivian es torturada física y sicológicamente, en reiteradas ocasiones se le propone trabajar para la inteligencia nazi, a lo cual ella se niega en todo momento reiterando que no renunciará jamás a su condición de cubana.

En 1965 el periódico “Juventud Rebelde”, publica una larga entrevista realizada a la artista en Morón, por el periodista Cabrera Infante, en la cual Vivian relata toda la pesadilla de su vida. Precisa que en el campo de concentración de Boderni, es conminada por la Gestapo para que trabaje para ellos y al negarse rotundamente, sufre el habitual confinamiento. Allí, y para entretenerse junto a las demás reclusas, aprende a bordar y a confeccionar medias tejidas, artes manuales que, en la última etapa de su vida, se sirven de medios de subsistencia.

Al cabo de 33 meses de confinamiento y junto a otras tres artistas que también se encuentran en idéntica situación, Vivian logra salir de Boderni mediante gestiones reiteradas de la Cruz Roja Internacional y es trasladada a Londres, con el propósito de recuperarse físicamente antes de viajar a Cuba.

La pésima alimentación que se le suministra, más las reiteradas torturas morales y sicológicas que sufre a lo largo del cautiverio, hacen que pierda 52 libras de peso y que al arribar a Londres, se le prescriba un plan intensivo de fortalecimiento físico por parte de la Cruz Rojas Internacional, en una especie de hotel-campamento localizado en las afueras de la gran capital.

Ya, en esos momentos, la Segunda Guerra Mundial ha finalizado, sin embargo, un avión no pilotado, deja caer una carga explosiva en la periferia de Londres, exactamente en la zona donde radica el campamento, las explosiones derriban parte del lugar donde se encuentran quedando ella atrapada por los escombros durante varias horas. Cuando es finalmente rescatada, presenta lesiones óseas de gravedad. En el suceso también sus compañeros resultan heridos o lesionados.

Producto de este lamentable accidente de la post guerra, es que logra el restablecimiento de la comunicación con sus familiares en Cuba, no obstante, permanece en Londres donde recibe atención médica especializada, pero sin resultados positivos. Por interés de la Cruz Roja Internacional es enviada a los Estados Unidos para que sea atendida, como víctima de la guerra, en la reconocida Clínica de los Hermanos Mayo de New York, donde permanece ingresada varios meses sin mejoría alguna.

Ante la difícil situación y el sostenido reclamo de sus familiares, por gestiones del gobierno cubano se logra el traslado de la artista a La Habana, donde es ingresada en el hospital “Reina Mercedes”, institución médica donde es intervenida quirúrgicamente dos veces por el Dr.Inclán, considerado entonces como eminencia de la cirugía cubana, y aquí tampoco logra la recuperación física, por lo que decide, finalmente, volver a Morón junto a sus familiares, ser atendida en el modesto hospital de la ciudad y esperar la muerte entre los suyos.

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