Con su sencillez característica y hablar amable, Vilma Espín Guillois, la Heroína de la Revolución en la sierra y el llano, dejó una huella indeleble en varias generaciones de cubanos y, especialmente, en las mujeres, por cuya emancipación y desarrollo luchó toda su vida.

Mujer de acción y pensamiento, de firmeza y fidelidad inquebrantable, su nombre estará siempre vinculado a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que fundó el 23 de agosto de 1960 y guió como su presidenta hasta la muerte, pero también está en la obra de la Revolución consagrada al servicio de la nación que contribuyó a liberar y forjar.

Pudiera parecer un deber elemental la lucha por la igualdad de la mujer para quien no conozca las luchas de miles de mujeres que, en todo el mundo han ofrendado sus vidas por la conquista de ese derecho.

En Cuba tenemos la suerte de remontarnos al valor y la entereza de Mariana Grajales, la visión anticipadora de Ana Betancourt, la intrepidez y pasión de revolucionarias como Haydée Santamaría, Melba Hernández y Celia Sánchez, las integrantes del pelotón femenino en nuestra Guerra de Liberación, y tantas mujeres que en estos 65 años han estado siempre en la primera fila.

Entre estas mujeres ejemplares está Vilma Lucila Espín Guillois, quien heredó la rebeldía de la ciudad de Santiago de Cuba, donde nació el 7 de abril de 1930 y cuyos habitantes la refugiaron en sus casas para que las fuerzas represivas de la tiranía no pudieran dañarla en los tiempos convulsos de lucha contra la tiranía de Batista cuando se convirtió en el brazo derecho de Frank País, el jefe nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.

Por sus relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones, títulos y órdenes nacionales e internacionales, entre las que se destaca el título honorífico de Heroína de la República de Cuba.

Murió el 18 de junio de 2007 en La Habana, debido al agravamiento de una enfermedad que la aquejaba desde hacía algún tiempo. Sus restos descansan en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País, lugar histórico situado en las estribaciones de la montaña de Mícara donde reposan los combatientes fallecidos de este Frente y recibe el homenaje permanente de su pueblo.

/Tomado de Granma/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *