Los Tigres de Ciego de Ávila han ganado tres en línea en la Gran Final de la III Liga Élite del béisbol cubano porque se han visto muy superiores en todos los órdenes de juego. Su ofensiva es mucho contacto, con un núcleo –Yordanis Samón, Frederich Cepeda y Denis Laza– capaz de cambiar el juego en un santiamén.
La defensa avileña ha sido certera, el out no lo regalan, y el pitcheo, impecable, que ya se sabía que era su arma más poderosa.
«Te dije en el Latinoamericano que este grupo es muy armónico, cada uno cumpliendo con su función. Estoy orgulloso, después de tantos años, de formar parte de él», afirmó Cepeda, quien siempre merece el aplauso, por la entrega y por el ejemplo a los noveles jugadores.
Pero la pelota y las hazañas no se escriben en una página de periódico, sino en el terreno, y en este la prisa avileña es sencillamente cautivadora.
La final de la Liga parece lista para sentencia, pues solo un equipo en la historia de la pelota cubana, Industriales sobre Santiago de Cuba en la 63 Serie Nacional, ha revertido un 0-3, y no fue en finales, sino en semifinales.
(Fuente: Granma)