El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, destacó el lunes último en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda que el presupuesto es una manifestación de la voluntad política para garantizar la protección social y el desarrollo económico. “El presupuesto del Estado para 2025 debe ser visto como una continuación de los anteriores y enmarcado en los objetivos de desarrollo sostenible 2030”, afirmó.

Advirtió que el presupuesto se elabora en medio de tensiones financieras provocadas por las medidas unilaterales de los Estados Unidos y la falta de acceso a créditos internacionales. “Tampoco hemos superado las limitaciones impuestas por la crisis financiera internacional, así como las restricciones productivas y la caída de ingresos por exportaciones”, comentó.

“Este presupuesto debe garantizar las conquistas de nuestro proyecto social y se refleja en la continuidad de los servicios gratuitos de salud, educación, acceso al deporte y la cultura. Abordamos este presupuesto con mayor experiencia en temas de control. Es un presupuesto que da continuidad al programa de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.

El ministro subrayó que la ejecución del presupuesto del año 2024 fue mejor de lo planificado, gracias a un control más efectivo y al impulso de los ingresos. Agregó que se han perfeccionado los procedimientos metodológicos para la elaboración del presupuesto, logrando una mayor participación de la base y la discusión en las asambleas municipales sobre sus anteproyectos, aunque todavía persisten ciertas reservas.

Durante su intervención, mencionó el impacto de las medidas aplicadas el año anterior. “Este es el primer año en que el presupuesto muestra el efecto favorable de un ejercicio de control desarrollado en colaboración con la Contraloría General de la República. En términos generales, apreciamos que hemos mejorado la articulación con el plan de economía. Esto ha requerido más tiempo para realizar las Asambleas Municipales del Poder Popular”.

En este sentido, concluyó que “tenemos un presupuesto para 2025 en el que crecen tanto los ingresos como los gastos, logrando una mayor proporción entre ambos indicadores, lo que permite rectificar una deficiencia estructural del presupuesto: el déficit de la cuenta corriente”.

(Fuente: Cubadebate)

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