El horario normal que rige desde este domingo en todo el país tiene como inconveniente adicional que oscurece más temprano, lo que demanda adoptar cuantas medidas sean precisas para contribuir al ahorro de electricidad, aun en medio de las serias dificultades del sistema electroenergético que exige un esfuerzo superior.

Adelantar dentro de lo posible las actividades hogareñas imprescindibles como la cocción de alimentos en el horario de la tarde-noche, resulta muy prudente, si tomamos en consideración que los equipos electrodomésticos consumen una enorme cantidad de energía eléctrica.

Igual sucede en los centros de trabajo, aunque con menos incidencia, pues ya a las cinco de la tarde en casi el grueso de las instalaciones ha concluido la faena diaria, lo que exige no dejar luces y equipos innecesarios encendidos.

Todo cuanto hagamos en materia de ahorro se agradecerá, y en medio de los apagones ahorrar también cuenta, aunque parezca paradójico, pero es así.

(Autor: Carlos G. González Ruiz)

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