Cuentan los cronistas de antaño que la Laguna de la Leche fue punto intermedio en la comunicación fluvial entre el Embarcadero de Morón y el mar. La salida del enclave de norte a sur parte por una entrada llamada Boca de Júcaro, a unos esteros de prolongadas líneas quebradas, a las que los marineros que por ellas navegaron, les llamaban tornos.
Estos esteros después de prolongarse en dirección de norte a sur unas seis millas, terminan en un lugar llamado Embarcadero, que dista de Morón 2,250 metros, cuya distancia se salvaba antes de la Guerra de Independencia de 1868 por un ferrocarril tortuga, el que atravesaba en toda su longitud la calle San Fernando (nombrada posteriormente Narciso López), hasta el paradero al sur de la población por el que conducían los comerciantes de esta plaza sus mercancías de Caibarién.
A este ferrocarril le llamaban Tortuga porque las locomotoras tenían que ir muy despacio para no arrojar chispas por sus chimeneas, de lo contrario podían quemar las casas de guano que había a ambos lados de la vía.
La Laguna de la Leche fue la segunda vía de comunicación que tuvo Morón por la parte norte. Los medios de transportes que allí se emplearon fueron embarcaciones de velas de poco calado, botes, canoas y pequeñas lanchas, ya que la profundidad de los esteros y canales no pasaba de los cuatro pies.
Por mediación de esa vía llegaron a Morón las primeras mercancías de Caibarién y La Habana. Se recibían en el Embarcadero y de ahí en carretas se transportaban hasta el poblado. Utilizando esa misma vía, los españoles conducían sus convoyes hacia la zona de la Trocha, en las guerras de 1868 y 1895.
En el año 1848, varios vecinos de la localidad de Morón comenzaron a hacer una zanja de la Laguna de la Leche a Morón, con el objetivo de que las embarcaciones pudieran llegar hasta el mismo centro del pueblo, pero esta idea quedó trunca, quedando solo un pequeño canal.
En el periódico panamericano La Epoca, en el año 1914, se publicó un artículo acerca de un proyecto que se estudiaba, basado en la idea de abrir un canal que atravesara la Isla de Cuba de Júcaro a Morón, con el fin de unir el Océano Atlántico con el Mar de las Antillas. Este proyecto no llegó siquiera a su fase inicial.
Esta laguna también está ligada a la historia política de Cuba, pues los cubanos en armas en las Guerras de 1868 y de 1895, merodearon por estas aguas en distintas ocasiones.
El fuerte del Embarcadero fue atacado e incendiado la noche del domingo 28 de mayo de 1876, por el segundo contingente de Oriente, al mando del coronel José Medina y del comandante José Barbosa; y por el regimiento Castillo, al mando del coronel José Gómez Cardoso y del comandante Nicolás Hernández Moreno.
El 26 de agosto de 1895, el capitán Simón Reyes Hernández llegó con 40 hombres al Embarcadero, quemando cuatro embarcaciones y dándole fuego al almacén de dicho lugar.
El 12 de septiembre de 1895, fueron asaltadas y quemadas dos embarcaciones a la salida de la Laguna de la Leche, en Boca de Júcaro.
(Redacción Informativa)