Granma
La industria turística cubana, como el motor impulsor de otros sectores, tiene un impacto fundamental en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país y en la consecución de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, factores externos como el bloqueo económico, comercial y financiero por parte del Gobierno estadounidense inciden de forma negativa en su crecimiento y desarrollo.
Pilar Álvarez Azze, directora general de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur), ejemplificó que, como consecuencia, han cesado los intercambios con empresarios de esa nacionalidad interesados en participar en el desarrollo de los proyectos de inversión en el ramo.
Sobre el impacto de esta política en operaciones comerciales, bancarias y financieras, la funcionaria señaló que las empresas y grupos hoteleros cubanos no pueden acceder a fondos de inversiones y líneas de crédito de origen estadounidense o de otros países que se pliegan a las acciones de las leyes de EE. UU. y su aplicación extraterritorial.
Refirió que el efecto acumulativo de sanciones unilaterales de la Oficina de Control de Activos en el Exterior, del Departamento del Tesoro de EE. UU. (OFAC), la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, y la actualización en dos ocasiones del listado de entidades cubanas restringidas, en el cual se incluyeron casi todas las instalaciones hoteleras del país, repercute de forma directa en el desarrollo del sector.
Álvarez Azze comentó que existe un impedimento en el acceso a diferentes sitios líderes del mundo en distribución de productos turísticos, como los principales Sistemas de Distribución Global (GDS) Galileo Worldspan y Sabre, además de la eliminación de instalaciones hoteleras cubanas en plataformas como Trivago, Expedia y Booking.com.