Román Romero López
A Yoleisy Valdés Santiago, directora general de Educación en el municipio de Morón, en la provincia de Ciego de Ávila, la invade una profunda emoción cuando es interrogada sobre los preparativos para el próximo curso escolar en las escuelas rurales.
Ella sabe del sacrificio de algunos maestros para llegar hasta comunidades apartadas, con el firme propósito de asegurar la enseñanza de niños y niñas, cuya sonrisa es capaz de aliviar el cansancio y reponer energías tras engorrosos recorridos (en ómnibus, bicicletas, vehículos de tracción animal o a pie) por caminos difíciles de andar.
La voz tomada y una mirada húmeda que se descubre tras los espejuelos indican la inevitable remisión de la entrevistada a su pasado, donde encuentra todos los argumentos necesarios para valorar a los maestros rurales.
Solo después de exponer estos criterios, explica que los nueve planteles de ese tipo en el territorio moronense se encuentran listos para emprender un nuevo período lectivo, al estar evaluados de Bien, como resultado de un esfuerzo combinado.
Las contribuciones de diversos organismos de los sectores estatal y no estatal a las arcas municipales, el presupuesto destinado al Programa de Transformación en Barrios y Comunidades, y el apoyo de familias y la población, materializan el sueño de un septiembre con ocho planteles rurales remozados.
En tanto, durante el venidero curso escolar, comenzarán las reparaciones en la escuela primaria Raúl Cepero Bonilla, de la localidad de Saladrigas, con lo cual se completa la misión de restaurar todas esas instituciones, convertidas en el espacio cultural más importante de su demarcación.
Son instituciones educativas donde imparten lecciones a alumnos de diferentes grados, en su mayoría beneficiadas con restauraciones durante el último curso escolar, que incluyeron arreglos en cubiertas, carpintería y cercas perimetrales, además de mejoras en los sistemas hidráulicos y sanitarios, y la pintura, fundamentalmente.
Así se favoreció el proceso de enseñanza-aprendizaje en los asentamientos poblacionales de Santa Bárbara, Edén, La Rosa, El Embarcadero, Tuero, Los Quemados, El Chillante y La Serrana, explicó Valdés Santiago.
De acuerdo con información del Gobierno Municipal del Poder Popular en Morón, la planificación del presupuesto local para el año 2023, ascendente a 514 millones 473 500 pesos, dispuso 10 millones para el Programa de Transformación en Barrios y Comunidades, que contempló la reparación de escuelas en comunidades vulnerables.
El 89 por ciento del capital aprobado está destinado a los sectores priorizados, incluido Educación, donde 164 millones 965 700 garantizan mantenimientos constructivos y otros aseguramientos para la formación integral de estudiantes en 42 instituciones de diferentes niveles de enseñanza.
En estas circunstancias, alumnos de escuelas rurales, como los restantes del territorio moronense, también se beneficiaron con la venta de uniformes escolares y en las aulas dispondrán de las condiciones necesarias —mobiliario, base material de estudio, medios audiovisuales e informáticos, y los docentes— para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Con nuevas motivaciones arribarán los educandos de las zonas más apartadas de la geografía moronense a sus escuelas, espacios que confirman el compromiso con el mejoramiento de la calidad de vida en comunidades vulnerables y la voluntad de preservar la educación como conquista de la Patria.