Ailén Castilla Padrón
Si bien la mortalidad infantil por defectos congénitos en Ciego de Ávila no cumple el propósito nacional de mantener su tasa por debajo de uno, al cierre del primer semestre del año se mantiene el seguimiento a las embarazadas y la eficacia en la detección prenatal por ultrasonido de estos trastornos, garantía para empujar los índices de natalidad y la sobrevivencia.
En concordancia, se han identificado un total de 24 defectos congénitos y se reportan cuatro fallecidos por estas causas en la etapa, lo cual obedece, en parte, a familias que no interrumpieron los embarazos a pesar del resultado certero.
Sara María Herrera Oliva, jefa del Servicio Provincial de Genética, explicó que han predominado los trastornos cardiovasculares y digestivos, así como el síndrome de Down como causa indirecta asociada a la muerte.
“Cuando identificamos una anomalía incompatible para la vida, garantizamos el acompañamiento sicológico y médico a las familias, pero lo recomendable es la interrupción. Si deciden seguir adelante con la gestación, les proveemos las condiciones necesarias, aunque, lamentablemente, como alertamos al inicio, las evoluciones no son favorables”.
Otra preocupación de la especialista tiene que ver con el riesgo genético asociado al aumento del embarazo en la adolescencia, al punto de que seis de los casos registrados se corresponden con pacientes menores de 19 años; incluso se reporta una niña de 12 años. Estas estadísticas no solo confirman una tendencia en la fecundidad avileña que no hemos sabido frenar en los últimos años, sino que deconstruyen el estereotipo de que estos trastornos congénitos son para las “mujeres añosas”.
La no valoración adecuada del riesgo reproductivo preconcepcional desde las áreas de salud y las captaciones tardías de los embarazos agravan, también, el cuadro de la mortalidad infantil en la provincia, al no valorarse en su justa medida los signos de alarma ni realizarse en tiempo y forma las ecografías y los análisis complementarios correspondientes.
Hasta la fecha, han sido 122 las avileñas que llegaron tarde a la asistencia médica, avanzando ya por el segundo y el tercer trimestre de la gestación y, en la mayoría de los casos, con múltiples complicaciones.
En esta carrera por la vida, tan importante como la responsabilidad individual es el perfeccionamiento del servicio desde la base, pues en la Atención Primaria de Salud comienza a tejerse la red de genética, con consultas en cada municipio y con la presencia de un Máster en Asesoramiento Genético, encargado de evaluar y derivar a los pacientes al centro provincial cuando sea necesario.
A esto se suma la capacitación continua, que ya nos devolvió el pasado mes de enero tres nuevos especialistas para la realización de ecografías, método universalmente aceptado para el diagnóstico de estas afecciones.
Sin embargo, para revitalizar programas prioritarios, como el de Electroforesis de Hemoglobina y los estudios citogenéticos, transitaremos por un camino más largo debido al déficit de insumos y recursos, que ha obligado a establecer prioridades de trabajo, lo cual no debe desviarnos de la meta: diagnosticar mejor y más rápido los defectos congénitos y restarle posibilidades a la muerte.