LLamil Ruiz Gonzzález

Como parte de la recuperación y conservación de las dunas costeras en la cayería norte de Ciego de Ávila, especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente avileño han procedido a la extracción de plantas invasoras y su sustitución por otras autóctonas que habían sido desplazadas previamente.

Así lo confirmó Danae Rodríguez Ramos, investigadora del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad, quien explicó que entre las plantas propias del lugar que se han multiplicado de manera artificial destacan el bejuco de costa, el mate de costa y la uva caleta, esta última en sectores propicios para su desarrollo.

En el caso del guisaso de playa, pese a ser una planta autóctona y favorable para la constitución de la duna, la situación es diferente dada su inconveniencia para el desarrollo turístico, por lo que se ha eliminado en lo posible, usando para ello bolsas herméticamente cerradas con el objetivo de evitar la dispersión de sus numerosas semillas.

No cabe duda entonces de que si bien queda mucho camino por andar, en el archipiélago Jardines del Rey el turismo avanza de la mano de la ciencia en función de proteger el medio ambiente sin descuidar un desarrollo turístico del que depende, en gran medida, el futuro de nuestro país.

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