LLamil Ruiz González
A partir de la Tarea Ordenamiento se han aprobado en el país numerosas medidas dirigidas a impulsar la economía nacional, hacerle frente a la situación que vive el país y el mundo causada por la Covid-19, y continuar el desarrollo de la nación con la ayuda de nuestros propios recursos, si bien su aplicación efectiva está dada, fundamentalmente, por el nivel de creatividad y compromiso de directivos y trabajadores.
Al analizar esta situación con algunos economistas moroneros, Alexis Marrero Hernández, presidente del Comité Provincial de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, ANEC, en Ciego de Ávila, explicó que ya algunas entidades muestran los resultados de esta política pese a no contar con las materias primas necesarias para cumplir con el objeto social para el cual están diseñadas.
Marrero Hernández puso como ejemplo la Empresa Porcina, que generó ingresos mediante otras actividades como la venta de alimentos elaborados lo que garantizó que no estuviera entre las entidades con pérdidas y, en consecuencia, que las utilidades favorecieran las ganancias de los trabajadores lo que redundó en la estabilidad de la fuerza laboral.
Multiplicar estas y otras iniciativas resulta vital para mejorar la economía del país, aún en medio de las precarias condiciones materiales que atravesamos en las que prácticamente no tenemos recursos a nuestra disposición y en ocasiones solo se puede apelar al talento y la creatividad para cambiar un escenario del que también depende el bienestar de todo el pueblo.